Carlos Montes de Oca
Héctor Raúl Cúper, rodeado por diez jugadores con el peto de los
teóricos titulares, soltó un grito. «Moyà, Moyà». El destinatario,
que se ejercitaba bajo una portería junto a Westerveld y Alberto,
se dirigió con paso ligero hacia el centro del campo, escuchó las
instrucciones de su entrenador y se ajustó los guantes. La decisión
de situar a Miquel Àngel Moyà con los elegidos supone echar el
candado al debate de la portería, un fuego avivado en los últimos
días por la recuperación del portero mallorquín -lesionado en la
víspera del estreno de Cúper- y los errores puntuales del
guardameta holandés en las dos últimas citas.
Si Cúper no trastoca el boceto dibujado en la tarde de ayer en la
Ciudad Deportiva,
Miquel
Àngel
Moyà (Binissalem,
1984)
regresará al arco isleño 40 días después en detrimento de Sander
Westerveld, fijo en las cinco jornadas de Liga dirigidas por el
técnico argentino.
Tras el ensayo de hora y cuarto, durante el que metió algunas
buenas manos aunque no pudo detener un penalti lanzado por Campano,
Moyà destiló una mezcla de confianza y cautela: «Estoy listo,
preparado para volver, aunque esa decisión no depende de mí.
¿Titular? Es cierto que los jueves ensayamos con el teórico once,
pero hasta el domingo...».
Unas molestias musculares cortaron de raíz su progresión. Titular
en las nueve primeras jornadas de Liga, Moyà se lesionó unas horas
antes del primer desplazamiento de la era Cúper. «Fue un mal
momento porque llegó en pleno cambio de técnico. Pero jamás me he
venido abajo y he seguido trabajando con la intención de estar a
disposición del míster».
Al margen de la presencia de Moyà bajo los palos, otra novedad de
la sesión apuntó a la presencia desolleric Tuni por Juan Arango,
con molestias en su pierna zurda, y que sólo jugó unos minutos con
los teóricos suplentes.
Real Mallorca
Moyà, el regreso