Siempre han promocionado Mallorca por todo el mundo, pero la hazaña que han protagonizado en la Copa Davis ha provocado que Carlos Moyà y Rafael Nadal se conviertan en los mejores embajadores de la Isla. Su triunfo ante Estados Unidos -pese a que ellos sumaron los tres puntos consideran que ha sido una victoria del equipo español- ha tenido una repercusión brutal. El torneo se ha retransmitido en más de 160 países, con una audiencias millonarias, y la perplejidad de los periodistas americanos al comprobar como dos tenistas de una Isla tan pequeña ganaban a un país tan grande ha hecho que se hable de Mallorca en todas las conferencias de prensa. Moyà y Nadal han sido los señores de la Davis. Moyà y Nadal han sido los señores de la Davis. De toda la Davis, no sólo de la final. Porque si España ha ganado su segunda Ensaladera es por la aportación de las dos raquetas isleñas. El camino hacia el éxito lo inició Rafael Nadal. Carlos Moyà se había lesionado en la final del Torneo de Sydney. Cuando se enfrentaba a Lleyton Hewitt su tobillo derecho de dobló. El esguince le mantuvo lejos de las pistas casi dos meses, lo que le impidió viajar con el equipo español a la República Checa. Con el palmesano recuperándose y con Juan Carlos Ferrero también fuera de combate, Jordi Arrese, Juan Avendaño y Josep Perlas apostaron por un chico de 17 años para clasificar a España para los cuartos de final. Jugó los tres días, agotó a Jiri Novak (que no pudo jugar el domingo) y sumó el punto decisivo ante Stepanek. Fue el día que Manacor y Mallorca se hicieron famosos en la República Checa.
Curiosamente fue en la eliminatoria de Palma de Mallorca donde menos participaron Carlos Moyà y Rafael Nadal. El sorteo quiso que fuera el valenciano Juan Carlos Ferrero el que comenzara la serie de cuartos y el palmesano y el manacorí tan sólo disputaron un encuentro cada uno (Moyà el segundo individual y Nadal el dobles).
En Alicante, Carlos Moyà dio una lección de deportividad y Rafael Nadal se convirtió en el gran protagonista. Sorprendentemente el palmesano cayó derrotado en la primera jornada ante Paul-Henri Mathieu. Fue un partido muy intenso que se prolongó durante más de cuatro horas y que le provocaron unas molestias en el hombro. Al día siguiente, Rafael Nadal dió una nueva exhibición en el dobles ante la pareja francesa, a priori un punto que debían perder los españoles. Moyà valoró las situaciones y prefirió cederle el sitio. Su objetivo era ganar la Copa Davis, sin necesidad de tener que resolver él mismo cada eliminatoria, cada partido. Su gesto permitió que Rafael volviera a convertirse en el héroe nacional. Destrozó en un extraordinario encuentro a Arnaud Clement y sumó el punto decisivo que daba el pasaporte de España para la final. La repercusión de su victoria fue total y los reportajes en torno a un niño superdotado nacido en Mallorca empezaban a multiplicarse.
El hecho de que dos mallorquines formaran parte del equipo español de Copa Davis ya suponía un hito para el deporte balear, pero Carlos Moyà y Rafael Nadal lo convirtieron en la mayor hazaña del deporte de nuestra comunidad. Su triunfo ante el equipo estadounidense -no quieren personalizar la victoria ya que dicen que son un equipo lo cierto es que ellos dos sumaron los tres puntos- ha provocado que el nombre de la Isla llegue a todos los rincones del planeta a través de los medios de comunicación internacionales. Multitud de periodistas, americanos en su mayoría (aunque había prensa de todos los países), han escrito multitud de reportajes sobre como dos tenistas mallorquines han ganado a todo Estados Unidos. Ellos se han convertido este fin de semana en los héroes de tenis mundial y ambos han tenido un mismo origen: Mallorca. Allí han nacido y allí regresarán en las próximas horas para poder disfrutar de este triunfo.