Hace once meses Carlos Moyà le pedía dos cosas al 2004: entrar por quinta vez en el Masters y ganar la Copa Davis. Tras un año sobresaliente, el tenista mallorquín ha conseguido el pasaporte para Houston y tiene el título por equipos al alcance de la mano. Mientras llega la cita de Sevilla (del 3 al 5 de diciembre) el jugador balear quiere centrarse en la Copa Masters, donde van a medirse las ocho mejores raquetas del curso.
Carlos Moyà ha quedado encuadrado en un grupo complicado (el grupo rojo), aunque lo cierto es que en este torneo es imposible encontrar un rival asequible. El tenista mallorquín va a enfrentarse en la ronda de «todos contra todos» con el número uno del mundo, Roger Federer, con Lleyton Hewitt y con Gastón Gaudio. Mientras, en el grupo azul, se verán las caras Andy Roddick, Marat Safin, Guillermo Coria y Tim Henman.
Moyà ha firmado durante 2004 un curso sobresaliente y desde septiembre tenía prácticamente garantizado un puesto en el Masters. Por este motivo, el mallorquín prefirió tomarse un descanso tras superar a Francia en las semifinales de la Copa Davis. Su intención era recuperarse físicamente (tenía algunos problemas con su hombro) y desconectar mentalmente ya que ha sido una temporada muy larga y dura. El final de temporada de Safin y Nalbandián, que hicieron peligrar su pasaporte para Houston, casi le obligaron a jugar el Masters Series de París, aunque finalmente no fue necesario.