El Mallorca se medirá al Lanzarote en la eliminatoria de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey que se disputará el próximo 10 de noviembre en el terreno de juego del conjunto canario, que milita en Segunda División B. El club está estudiando ahora si acepta jugar el partido sobre una superficie de césped artificial, algo a lo que podría negarse tal y como hizo hace dos temporadas ante la Gramenet. Cúper será el que tome la decisión final. El equipo isleño, que eliminó la pasada semana al Rayo Vallecano tras imponerse en el Teresa Rivero de Vallecas en la prórroga (0-1), ha redactado un informe en el que advierte sobre la posibilidad de negarse a disputar el encuentro sobre hierba sintética, pero que quiere que sea Cúper el que tome esa determinación. En la entidad se amparan en la reglamentación de la RFEF, que ilustra que en caso de negarse el equipo rival, el choque se debería disputar sobre hierba natural.
El presidente de la Unión Deportiva Lanzarote, Estanislao García, expresó ayer a Efe su deseo de que el Mallorca «acceda a jugar los dieciseisavos de final de la Copa del Rey en Arrecife. No disponemos de campo de superficie natural, pero eso no ha sido obstáculo para que clubes de la categoría de Real Madrid o Atlético de Madrid hayan accedido a visitarnos en nuestro feudo. Por ello, confío en que el Mallorca acepte ir a Lanzarote y no nos obligue a trasladarnos de isla», comentó.
Estanislao García admitió que se produciría un «gran quebranto económico y social» para los intereses de la entidad que encabeza en caso de que el conjunto balear siguiera el ejemplo del Sevilla, que en diciembre del año pasado se negó a comparecer en hierba sintética y obligó a trasladar la cita a Gran Canaria -jugar en el estadio Insular conllevó una pérdida contable de 6.000 euros-. «Para la afición, Lanzarote y, probablemente, para el prestigio del Mallorca el gesto de negarse a acudir a Arrecife sería algo negativo», agregó el dirigente del conjunto canario.