El campo del Pula Golf, el escenario del Mallorca Classic, ha sufrido una importante remodelación de cara a la llegada de los jugadores del Circuito Europeo, que se producirá la próxima semana. El enorme potencial de la instalación y la organización de esta importante competición han provocado que se inicie un cambio de imagen que se culminará dentro de dos años.
José María Olazábal será uno de los participantes en la edición de este año del Torneo Mallorca Classic. Sin lugar a dudas es uno de los pilares de la historia del golf español; ha ganado dos veces campeón del Masters de Augusta (94 y 99) y contabiliza un total de 35 victorias en su carrera. También es el «culpable» de las remodelaciones de mejora que está sufriendo el Pula Golf.
El bicampeón del Masters de Augusta, ha visitado Pula en varias ocasiones durante este invierno para comprobar el desarrollo de las obras de remodelación de algunos hoyos del campo. José María Olázabal había recomendado a Romeo Sala, presidente de Pula Golf, y amigo personal, estas posibles mejoras y siguió el transcurso de las mismas para opinar sobre el desarrollo.
José María Olazábal explicaba estos cambios diciendo que «Conozco Pula desde 1996 cuando jugué un Skins Game con Bernhard Langer, Mark Mc Nulty y Carlos Suneson. Siempre pensé que tenía un enorme potencial para transformarse en uno de los mejores campos de golf de España. El año pasado le estuve explicando a Romeo (Sala) varias cosas que yo haría y me dio carta blanca, como si fuera mi propio campo de golf».
Con el visto bueno de Romeo Sala, «empezamos un nuevo diseño, una remodelación que se realizará en tres fases: seis hoyos que se han hecho este año, seis en 2005 y los otros seis en 2006».
Mejoras
Esta primera fase de remodelación en el Pula Golf afecta a los
hoyos 1, 14, 15, 16, 17 y 18. En el hoyo 1, el búnker de la derecha
se ha convertido en dos bunkers que estrechan la caída del drive.
También se ha ampliado el búnker del green que protege toda la zona
central y la izquierda.
En el hoyo 14, se ha ampliado el green y hemos acercado el agua al mismo, protegiendo la parte posterior con lomas. En general, ha quedado un green más agradable y algo menos complicado.
En el hoyo 15, se ha alargado el hoyo en 50 metros atrasando el green, que mide unos 560 metros cuadrados y tiene su mayor peligro en toda la zona izquierda. Invita a protegerse en el segundo golpe, ya que tiene una loma que recoge la bola hacia el green.
En el hoyo 16, se han colocado tres nuevos bunkers en la zona derecha a la caída del drive, y dos lagos en la zona izquierda, uno a la caída de drive y otro en la zona del green. La salida se complica, y el agua de la zona del green complica cualquier posición de bandera en la zona central izquierda (600 metros cuadrados).
En el hoyo 17, sólo se ha cambiado el green moviéndolo hacia la derecha y a una cota más baja para poder verlo más. El green está protegido por dos bunkers, uno a la izquierda y otro a la derecha, tiene dos plataformas, y mide unos 450 metros cuadrados.
Finalmente en el hoyo 18, se ha cambiado el green ampliando su tamaño a unos 580 metros cuadrados. Tiene tres plataformas, siendo las más complicadas la de la entrada y la tercera, que es la que está más a la izquierda. El green está protegido por dos bunkers, uno en la zona izquierda y otro en la derecha.
Romeo Sala se muestra muy satisfecho con las remodelaciones que se han efectuado y con el profesionalismo que ha mostrado José María Olazábal en todo este periodo. «Chema ha venido este año seis veces a Pula para revisar el rediseño del campo, algo que, según los que le conocen, dicen que no es habitual en él, que no suele hacer tantas visitas. Yo creo que está totalmente volcado en el proyecto» aseguraba.
El presidente del Pula Golf se ha quedado sorprendido en varias ocasiones. Sala comenta alguna de las anécdotas vividas en estos seis meses: «Alguna de las veces que ha venido ha desaparecido de la mesa cuando nos hemos sentado a comer. Yo le comentaba a Sergio Gómez (su manager) «sí que tarda. Lleva demasiado tiempo en el cuarto de baño, ¿le habrá pasado algo?». Sergio se reía y me contestaba: «está en el green del 14 trabajando con el green-keeper». Había desaparecido durante una hora, «ni había terminado de comer» explicaba.
Ésta es simplemente una anécdota, pero desvela perfectamente las intenciones con las que se desplazaba José María Olazábal a Pula y que confirma Romeo Sala: «Nada más llegar a Pula siempre se ha puesto a trabajar, nada de ir al bar a tomar algo. No, lo primero era ver el campo y comprobar el estado de las obras. Sergio (Gómez) dice que nunca le ha visto tan involucrado en un proyecto, y yo pienso que lo siente como suyo, como si fuese su propio campo. Un claro ejemplo de cómo se toma su responsabilidad son las tres veces que nos ha hecho levantar algunos greenes. En el hoyo 16 y en el 17 hay unas lomitas en medio del green y los hemos tenido que levantar porque dice que dos centímetros pueden hacer un gran green o una porquería de green. Y lo cierto es que tiene mucha razón».
Durante estos seis meses de remodelaciones se han vivido historias muy curiosas. Romeo Sala desvela que «yo he seguido a Chema por algunos de los grandes torneos, estuve en el Masters, en el Volvo PGA en Wentworth... Él me veía en algún tee y me decía que tenemos que hacer esto o aquello, y yo le tenía que contestar que pensara en lo que estaba haciendo en esos momentos y que metiera sus putts».