Javier García-Ochoa|CHINA
El brasileño Rubens Barrichello (Ferrari) se ha aficionado a la
victoria y ha conseguido su segunda consecutiva de la temporada al
imponerse en la primera edición del Gran Premio de China,
presenciada por 200.000 espectadores y en la que Fernando Alonso
(Renault) ha conseguido un cuarto puesto, mejor imposible. Alonso,
que ya había conseguido en la formación de salida una milagrosa
sexta plaza, hoy ha conseguido una no menos milagrosa cuarta
posición, que ha servido sólo en parte para paliar el fracaso de
Renault frente a BAR-Honda en la lucha por el segundo puesto del
mundial de constructores, en el que la escudería anglo nipona
aventaja ahora en nueve puntos a la francesa, ya que su nuevo
compañero de equipo, el canadiense Jacques Villeneuve terminó
undécimo y no puntuó.
El piloto español protagonizó como es habitual una salida perfecta, que le llevó a la tercera posición al afrontar la primera curva, tras Barrichello y el finlandés Kimi Raikkonen, pero no pudo resistir el ataque del británico Jenson Button (BAR-Honda), que salió tan mal como Alonso lo hizo de bien, y pasó del tercer al quinto puesto y en la séptima de las 56 vueltas de que constaba la carrera le superó al final de la recta larga del circuito.
Una vez situado en cuarta posición tuvo que resistir el acoso de Ralf Schumacher (Williams-BMW), pero el británico David Coulthard se iba a encargar de echarle una mano a Alonso y al llegar a la horquilla del final de la recta larga, embestía al alemán y le obligaba a abandonar, a partir de ahí la cosa resultó más sencilla y el cuarto puesto obtenido le permite ascender también al cuarto del mundial de pilotos, al superar a su ex compañero de Renault Jarno Trulli.
La superioridad de los Ferrari ha vuelto a quedar patente en este nuevo circuito de Shangai. A pesar de realizar tres paradas, una más que Button, segundo, ha vuelto a obtener con una relativa facilidad la victoria y pese a la presión, primero de Raikkonen, y luego de Button cruzó la línea de meta en un fin de semana perfecto para él y no tanto para su compañero de equipo y ya campeón del mundo por séptima vez Michael Schumacher.