Rafael Nadal es muy bueno, y tiene la virtud de crecerse en los partidos importantes. Cuando la eliminatoria se había puesto cuesta arriba tras una primera jornada gris, el tenista manacorí protagonizó ayer la victoria del dobles del equipo español (forma pareja junto a Tommy Robredo) ante los franceses Arnaud Clement, que sustituyó a última hora a Fabrice Santoro, y aceleró el paso hacia la final. España manda en la serie por 2-1 y se perfila como la máxima favorita. La segunda jornada no tardó demasiado tiempo en ponerse de cara.
Juan Carlos Ferrero había adelantado considerablemente sus
deberes ante Fabrice Santoro -el partido del segundo individual que
no pudo terminarse la jornada del viernes por falta de luz y en el
que el valenciano ganaba por 6-3, 6-1, 1-6 y 3-3- y ayer
simplemente necesitó veinte minutos para sumar el primer punto
español. El jugador de Ontinyent ganó tres juegos de forma
consecutiva y devolvió la tranquilidad al bloque nacional.
España cobraba una pequeña ventaja antes de que comenzara el
partido de dobles ya que Guy Forget anunciaba que no iba a contar
con el lesionado Fabrice Santoro y que ocuparía su lugar Arnaud
Clement.
Santoro se lesionó la muñeca izquierda en un resto del segundo
set del viernes ante Ferrero y pudo continuar en el partido gracias
a unos antinflamatorios. En el calentamiento de ayer recayó en sus
molestias y aunque continuó el partido se autodescartó para el
dobles y para la jornada de hoy domingo.
La ausencia de Santoro mermaba sensiblemente el potencial de
Francia, aunque el encuentro seguía siendo muy complicado. Rafael
Nadal salió a hacer uno de los mejores partidos de su carrera, y lo
consiguió.