Javier García-Ochoa|MONZA
La escudería Ferrari celebró sus títulos de campeón del mundo de
constructores y el de pilotos, con el alemán Michael Schumacher, al
lograr el doblete en el Gran Premio de Italia con el brasileño
Rubens Barrichello en lo más alto del podio y sin que Fernando
Alonso (Renault), que abandonó al salirse de la pista cuando era
tercero, tuviera un premio a su trabajo. La insultante superioridad
que ha demostrado la escudería Ferrari durante toda la temporada
quedó ayer de manifiesto con el doblete conseguido, después de un
error táctico del vencedor al salir con neumáticos mixtos para una
pista que se secaba por momentos, tras haber cesado la lluvia hora
y media antes de iniciarse la prueba y el trompo dado por Michael
Schumacher en la segunda variante. A pesar de que en la sexta
vuelta, de las 53 de que constaba la carrera, Barrichello, tras su
parada a montar neumáticos para seco, era noveno y Michael
Schumacher undécimo, ambos a más de medio minuto del entonces líder
Fernando Alonso, nadie les impidió su implacable progresión hasta
los dos primeros puestos y sumar el octavo doblete de la
temporada.
Alonso no defraudó y se coló entre Michael Schumacher y Montoya antes de llegar a la primera variante para situarse detrás de un Barrichello que volaba con sus neumáticos mixtos y al final de primera vuelta contaba con casi siete segundos de ventaja sobre Alonso, que eran poco más de ocho en la segunda, para a partir de ese momento caer su ventaja en picado. En la quinta vuelta se detenía Barrichello a cambiar las ruedas y repostar, cuando ya le había arrebatado Alonso el liderato en la pista, y lo que estaba preparado para ser la gran fiesta de Ferrari parecía desmoronarse con el brasileño en el puesto noveno y su compañero Michael Schumacher autor de un trompo en la segunda variante en la primera vuelta, remontando desde la decimoquinta posición, ambos a más de medio minuto.
Además la carrera era de las más disputadas de la temporada, con Alonso al frente y pegado a su Renault el británico Jenson Button (BAR-Honda), Montoya, el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), que abandonaría de forma prematura al romper el motor en la vuelta trece, y el japonés Takuma Sato.
Button, que heredaría el primer puesto cuando Alonso hizo su primera parada, logró volver a la pista justo por delante del español y de Michael Schumacher después de su repostaje y todo parecía indicar que el británico podría lograr su primera victoria. Pero los Ferrari volaban en la pista y cada vez se acercaban más a los puestos de cabeza. Barrichello, para rizar el rizo, no sólo iba dar la ventaja del error en la elección de los neumáticos, sino que iba a realizar tres paradas en vez de las dos del resto de los pilotos.