No le ha sido fácil históricamente al Mallorca asimilar la marcha de alguno de sus iconos. Costó digerir la venta de Valerón, aquel tirillas que maravilló con su trote pastoso y su regate de primer orden; no fue fácil superar la venta de Dani, que encontró en la Isla una vía para escapar del anonimato a golpe de goles; los fichajes de Tristán y Luque por el Deportivo complicaron mucho el acceso hasta el gol; el traspaso de Ibagaza dejó al equipo huérfano de talento de cintura para arriba. Pero ninguna operación ha sido tan dolorosa como la venta de Etoo, probablemente el mejor jugador de la historia moderna del club.
Por eso todo este año genera dudas, confusión, porque nadie se atreve a determinar si el Mallorca 04/05 que lidera Benito Floro va a ser capaz de masticar la despedida del futbolista que ha liderado todos los proyectos del último lustro. Tal vez esa sea la razón por la que la secretaría técnica y el propio entrenador han minado la plantilla de centrocampistas de corte similar, porque sólo en la polivalencia pueden encontrar el éxito. La portería ha generado un amplio debate desde que el club decidiera enviar a Leo Franco a Madrid. Luis Aragonés aseguró en su día que el Mallorca se la debía jugar con Moyà y Alberto, pero la llegada de Floro lo alteró todo.
El preparador asturiano aguardó hasta la gira de Inglaterra para reclamar la llegada de un nuevo guardameta, mucho más experimentado. Las negociaciones dieron con los huesos de Sander Westerveld en el equipo balear, algo que va a generar algunos interrogantes: ¿jugará el holandés en Getafe? ¿Será el portero titular en Liga? ¿Frenaría eso la progresión de Moyà? ¿Si no es titular, por qué se ha fichado a otro guardameta? ¿Por qué se ha prescindido de Alberto? Lo cierto es que es muy probable que Westerveld sea el primer portero de la plantilla, porque de lo contrario el Mallorca no habría realizado el desembolso económico que ha hecho por el futbolista holandés, del que pagará el 70% de una ficha muy elevada.