Un par de años en el filial del Mallorca le granjearon un excelente futuro y hoy, tres años más tarde, regresa a la Isla para sentarse en el banquillo visitante. Juan Ramón López es ahora el entrenador del Real Madrid B, en el que cumple su tercera temporada, y será la principal atracción del partido que enfrentará al Mallorca B y al equipo blanco (Son Moix, 11.00 horas). Es una cita atractiva, porque tiene todos los condicionantes para que se convierta en un espectáculo de primer orden. No hay jornada de Liga en Primera División, por lo que ambos conjuntos podrán echar mano de los futbolistas que habitualmente andan metidos en las convocatorias de la primera plantilla. Así, mientras Cazorla podrá contar con Luciano, Víctor o Carmona, el preparador foráneo podría alinear a Juanfran o Soldado, la nueva joya del fútbol base del Madrid y que se estrenó la pasada semana con cuatro goles ante el Alcorcón. Además, el encuentro se disputará en Son Moix, por lo que tendrá un escenario excepcional para un choque de Segunda B.
El filial del Mallorca se estrena en Ciutat con algunas caras nuevas y la esperanza de mejorar las prestaciones de años anteriores, en los que ha sufrido para sobrevivir en la categoría. El curso lo abrió con un empate en el terreno de juego del Fuenlabrada y ahora tratará de certificar ese acicalado inicio con un triunfo ante el Madrid B. Toni Cazorla ha convocado a todos los jugadores disponibles, porque Víctor sufre molestias y porque Rafita tiene anginas. Es probable que, si los dos están recuperados, sean titulares frente a los de López Caro.
El interés estará sobre la hierba, pero también en el banquillo. Juan Ramón López coincidió en el Mallorca con Toni Cazorla -que por aquel entonces dirigía a los juveniles- y ahora los dos cruzan sus trayectorias. El preparador de Lebrija (Sevilla) siempre ha hablado en términos de respeto y admiración sobre Cazorla, que asegura haber aprendido mucho del andaluz. Juan Ramón López siempre ha contado en el Madrid con el apoyo de Jorge Valdano, su principal aval en el club de Chamartín, pero incluso con la marcha del argentino ha seguido teniendo la confianza de los gestores blancos. El año pasado el filial madrileño estuvo muy cerca del ascenso, pero los dos primeros partidos de la liguilla le condenaron. Por su parte, el Mallorca B persigue una temporada más apacible que la anterior. Dispone de una excelente nómina de futbolistas, pero Cazorla siempre estará pendiente de las convocatorias de Floro, que ha repetido en diversas ocasiones que echará mano de su equipo filial.