En el ocaso de los Juegos Olímpicos, la Liga amanece en Son Moix. Y el arranque es de órdago. De campeonato. Nada menos que ante el Real Madrid. Esta tarde se estrenan un campeonato, dos proyectos recién salidos del laboratorio del verano, un portero de Binissalem de apenas veinte años que puede marcar una época vestido de rojo y la estrella menos mediática de Florentino, el inglés Michael Owen. El programa no se presenta nada mal para ser el último fin de semana de agosto. (19.30 horas, Son Moix).
Mallorca y Real Madrid abren en el estadio el candado del torneo y lo hacen bajo signo diferentes, aunque siempre encorsetados por la dictadura del resultado. Camacho ha recibido el encargo de reconducir la nave tras el paso dehuracán Queiroz; Floro se enfrenta a la búsqueda de la nueva identidad tras la marcha de Samuel Etoo. Que no es poco. A las nueve y veinte de la noche uno respirará aliviado y otro empezará la temporda metido en los primeros problemas del curso.
La ausencia de Samuel Etoo, la auténtica bestia negra deFlorenTeam, no ha enfriado los ánimos de una grada que estará a la altura del partido. A pesar de los precios (de 60 a 120 euros) casi 23.000 privilegiados podrán saborear en vivo un duelo que se presenta de golpe, casi sin tiempo para saborearlo, con la atención mediática volcada en Atenas.