Natalia Arriaga|ATENAS
La gimnasia femenina rumana revalidó ayer el oro olímpico que ganó
hace cuatro años en Sidney y se convierte en el primer país que
repite triunfo en esta disciplina desde que la desaparecida Unión
Soviética impuso su ley ininterrumpidamente entre 1952 y 1980.
Rumanía sumó 114,283 puntos. La plata fue para Estados Unidos, con
113,584, y el bronce para Rusia, con 113,235. Ucrania obtuvo la
cuarta plaza (112,309) y España, por segundos Juegos consecutivos,
la quinta (111,572), la misma también que en Barcelona'92 y su
techo histórico hasta el momento.
Pero el mérito de las españolas es ahora mayor porque forman un equipo muy joven, el más joven del torneo junto con China, que hace un años competía en categoría júnior. Con la excepción de Sara Moro y Elena Gómez, las otras gimnastas estaban en el equipo que en 2002 fue decimocuarto en los Campeonatos de Europa júnior. La evolución ha sido espectacular. La mallorquina Elena Gómez, que disputará el jueves la final individual, hizo los cuatro aparatos y mejoró su actuación de la ronda de clasificación del domingo desde los 36,974 puntos de entonces hasta los 37,237 ayer. Volvió a mostrarse, no obstante, floja en barra.
El seleccionador, Jesús Carballo, intentó aprovechar la experiencia de Sara Moro, única componente del equipo que disputó los Juegos de Sidney, para dar aplomo a sus alumnas y la sacó en asimétricas y barra, los aparatos más difíciles, y en ambos cumplió con creces: 9,437 y 9,412. Tania Gener, Mónica Mesalles y Patricia Moreno completaron el quinteto que ayer se alternó en los distintos aparatos para alcanzar la quinta plaza. España era sexta tras su ejercicio inicial de suelo, séptima tras el de salto y quinta tras el de asimétricas, a falta tan sólo de la barra.