Carlos Montes de Oca|Ashby de la Zouch
No tiene cuerpo de central. Ni siquiera de jugador de fútbol. Es
altísimo y extremadamente delgado. Esa aparante condición física,
sin embargo, no le ha impedido debutar con su selección con la
mayoría de edad recién estrenada, llamar la atención de la Juventus
de Turín en 1999 o ser elegido por la UEFA como uno de los mejores
centrales del pasado año junto a defensas del prestigio de Nesta o
Montero. Y es que Patrick Müller (17-12-1976, Ginebra, Suiza) suple
su falta de músculo con una inteligencia notable. Benito Floro le
considera un futbolista prioritariamente «listo» y le apunta como
uno de los centrales que dará qué hablar en el próximo torneo.
Nacido en Ginebra en el invierno de 1976, Patrick Müller se interesó por el fútbol gracias a su hermano Marcel, cuatro años mayor. Así, el pequeño Patrick comenzó su carrera profesional en el modesto FC Meyrin. En diciembre de 1995, con 19 años, el Servette se hizo con sus servicios. Tres temporadas en este conjunto le permitieron acumular experiencia en la Liga helvética y debutar con la selección nacional de su país.
En enero de 1999 le llegó la oportunidad del Grasshoppers y, meses más tarde, el interés del Juventus de Turín, donde no llegó a jugar. Patrick Müller dio el salto hace cuatro años. El Olympique de Lyon se fijó en este central rápido en el corte y notable en el juego aéreo que sabe posicionarse sobre el terreno de juego con un aplomo notable. En el conjunto galo, Müller se convirtió en uno de sus jugadores más emblemáticos. Intervino directamente en la conquista de la primera Liga del equipo de Lyon y formó junto al brasileño Edmilson, reciente fichaje del Fútbol Club Barcelona, una de las parejas de centrales más solventes del fútbol continental.