La plantilla del Mallorca ha empezado a llenar el depósito de la nueva temporada. Benito Floro estrenaba ayer sus galones sobre el césped de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio y dirigía el primer entrenamiento del curso para el equipo balear. Sus pupilos se ejercitaban en una intensa doble sesión de trabajo que empezará a sentar la base de la pretemporada y que sometía a un gran esfuerzo físico a un conjunto al que todavía le faltan algunas piezas por acoplar.
Los jugadores bermellones comparecían a primera hora de la mañana en Son Bibiloni procedentes del Castillo Hotel Son Vida, donde habían pasado su primera noche de concentración, y llegaron a Son Bibiloni dispuestos a sudar las primera gotas del curso bajo la supervisión del nuevo equipo técnico, que no ha tardado en introducir variaciones en su método de trabajo.
El plano físico primó sobre el resto en la primera tanda de trabajo del día, a la que faltaron Raúl Martín, Luciano y los guardametas Miguel Àngel Moyà y Alberto Cifuentes, todos ellos pendientes de concluir todavía las pertinentes pruebas médicas del primer día. En ese tiempo los jugadores realizaron carrera continua y una serie de ejercicios destinados a ir ganando fondo, de cara a lo que le espera al equipo por delante.