Juan Antonio Lladós|RIO DE JANEIRO
Héctor Barberá (Aprilia) sufrió una fuerte caída durante los entrenamientos libres que no le impidió marcar la «pole position» en la segunda y última jornada de pruebas oficiales del Gran Premio de Brasil de 125 c.c. que se realizaron ayer en el circuito Nelson Piquet, después de rebajar nuevamente su récord de vuelta más rápida. El balear Jorge Lorenzo mantuvo su tercera plaza a base de un rodaje constante y mantiene la línea de progresión ratificada hace menos de una semana en Assen (Holanda).
Barberá se fue por los suelos en las pruebas libres matinales con tan mala fortuna que, cuando rodaba por los suelos la rueda delantera de su propia moto le pasó por encima del cuello provocándole una fuerte abrasión y arrancando el sistema de sujeción de su casco. Tuvo que permanecer toda la mañana descansando y con bolsas de hielo en la zona afectada para intentar llegar en las mejores condiciones posibles a la segunda y última tanda, en la que Casey Stoner (KTM) se perfilaba con un hueso duro de roer. Con un aparatoso vendaje y un sistema especial en su casco para evitar dolorosos rozamientos, Barberá saltó a la pista lo mejor que pudo y, la verdad, protagonizó unos entrenamientos verdaderamente espectaculares. Después de una vuelta de recuperación Barberá volvió a las andadas y una vez más rebajo su mejor tiempo, nuevo récord de la pista carioca para esta cilindrada, y dejó al más rápido de sus rivales a casi cuatro décimas. Este no fue otro que el actual líder de la cilindrada, Andrea Dovizioso (Honda), que mejoró su rendimiento respecto al primer día y desde una discreta sexta plaza llegó a la segunda.
Inalterado en la tercera posición, aún después de arañar unas seis décimas de segundo a su registro del primer día, permaneció Jorge Lorenzo (Derbi), que se perfila como uno de los candidatos a la victoria, pues este es un escenario muy de su agrado y en donde en 2003 logró su primera victoria en el mundial.