Efe|OPORTO
Las selecciones de Italia y de Suecia darán vida esta noche a un
enfrentamiento con momentos bien distintos para ambos conjuntos, ya
que uno, el transalpino, está prácticamente al borde de un ataque
de nervios y con la urgencia de ganar, y otro, el escandinavo, está
sereno, tranquilo y sin presión. Está claro que, a tenor de los
resultados de la primera jornada en el Grupo C de la Eurocopa
(empate italiano sin goles ante Dinamarca y goleada sueca ante
Bulgaria por 5-0), es Italia quien se juega más. Pero, además,
Italia, dada siempre como gran favorita al triunfo final en una
competición, une ahora un estado de nerviosismo sin igual:
suspensión de su gran estrella, Francesco Totti, por el escupitajo
al danés Christian Poulsen; amplias críticas al seleccionador,
Giovanni Trapattoni, y un ambiente interno más desunido de lo que
se deja entrever.
Todo ello presenta una Italia ante Suecia nerviosa y con muchas dudas, tanto mentalmente como en cuanto a la alineación. Premisas que aparentemente deberían dejar al conjunto transalpino en condiciones de alarma ante un rival que contra Bulgaria no sólo se mostró temible, sino que exhibió el mejor juego de lo que se lleva de competición. Pero la Italia de Trapattoni curiosamente suele crecerse cuando las circunstancias son adversas; es más, falla cuando todo le va bien y se le da como claro favorito al triunfo.
Y, además, tendrá enfrente a un rival que juega como más le gusta: de forma ofensiva y buscando más la meta rival que la defensa de la propia. Esto es ideal para una selección italiana sin juego, sin creación, más inclinada a la espera, el robo del balón y el contragolpe. El equipo inicial que Trapattoni presentará ante Suecia es, de momento, toda una incógnita. Antes de la suspensión de Totti se preveían un par de cambios; ahora incluso más. Tanto que es, incluso, factible que cambie de sistema y juegue Andrea Pirlo, el único capaz de crear con criterio y orden y cuya alineación ha pedido más de media Italia. Si Pirlo jugase (4-1-2-1-2), también entrarían de inicio el 'correcaminos' milanista Gattuso y Cassano.
La otra variante, la apoyada en el habitual esquema (4-2-3-1), vería la entrada en el centro del campo de Fiore, por la derecha, y Gattuso, en la zona central; Di Vaio en la izquierda y Del Piero en la posición de Totti.