Jenaro Lorente|LISBOA
El español Fernando Torres (20 años), el portugués Cristiano
Ronaldo (19), el inglés Wayne Rooney (18) o el alemán Bastian
Schweinsteiger (19), son algunos de los «benjamines» de la Eurocopa
que con sus actuaciones en la primera jornada piden paso y reclaman
la atención del orbe futbolístico. Los cuatro figuran entre los
diez jugadores más jóvenes de los 184 inscritos en Portugal y han
tenido ocasión de demostrar sus habilidades. Fernando Torres
presentó sus credenciales en un gran campeonato de selecciones en
el encuentro que enfrentó a España contra Rusia. El jugador del
Atlético de Madrid, pretendido desde hace tiempo por los grandes
conjuntos europeos, tuvo la difícil misión de sustituir al mítico
Raúl González en el minuto 77, y lo hizo con éxito.
Durante los escasos 15 minutos que estuvo en el terreno de juego, al delantero no le faltó soltura y se mostró incisivo y participativo, hasta el punto de que provocó la expulsión del ruso Sharonov, quien recibió la segunda cartulina amarilla al atajar sin contemplaciones una bonita arrancada del español cuando ya casi se metía en el área. No es Torres un jugador con el que Sáez vaya a contar como titular indiscutible, pero sí puede gozar de muchos minutos en partidos que, como el de Rusia, el técnico español necesite velocidad y profundidad en el ataque. Portugal puede ser su gran escaparate. Lo mismo le sucede a Cristiano Ronaldo, autor del tanto que maquilló la derrota de Portugal ante Grecia en el partido inaugural. Ronaldo, que milita en el Manchester United, representa la gran irrupción del fútbol portugués en los últimos dos años, aunque es un diamante todavía por pulir.
Posee un gran talento y una exquisita técnica. Su juventud le hace pecar en exceso de individualismo, defecto que corregirá con el paso de los años. Ronaldo es una bala en la recámara de Scolari para partidos que se tuerzan. Ante Grecia salió en la segunda mitad y marcó, aunque tarde, el gol del honor. No pudo aportar más porque se encontró en medio de un equipo ansioso y nervioso, desbordado por la importancia del acontecimiento. Wayne Rooney es un gran valor de la delantera del sueco Sven Goran Eriksson. El delantero del Everton, que jugó 75 minutos en el partido contra Francia, es la gran promesa del fútbol inglés. Tiene un regate y una velocidad que le convierten en una auténtica pesadilla para los defensas rivales y ya ha conseguido ser el internacional inglés más joven de la historia. A veces indisciplinado, Rooney se desenvolvió con soltura en el ataque inglés ante Francia y, sin duda, puede ser una de las grandes sensaciones de la Eurocopa. El alemán Bastian Schweinsteiger debutó con su selección en el partido contra Holanda y su estreno entusiasmó a los casi 15.000 germanos que desde la grada del estadio Dragón de Oporto animaban a su equipo. El jugador, de nombre impronunciable, saltó al césped en el minuto 67 sustituyendo a Schneider y lo hizo con éxito. El centrocampista del Bayern de Munich es el mejor producto surgido últimamente de la cantera del conjunto teutón. Es fuerte y de mucho recorrido, aunque todavía tiene que depurar su contacto con el balón.