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Eurocopa 2004

Van Nistelrooy salva a Holanda

El punta firma un remate imposible y equilibra la balanza ante una Alemania que se desploma tras el tanto de la igualada y emite pobres sensaciones

Alemania 1
Holanda 1

ALEMANIA:Kahn (**); Friedrich (**), Woerns (**), Nowotny (**), Lahm (**); Schneider (*), Hamann (**), Baumann (**), Ballack (**), Frings (**) y Kuranyi (**).
Cambios:Bobic (*) por Kuranyi, Schweinsteiger (*) por Schneider y Ernst (*) por Frings.

HOLANDA:Van der Sar (*); Heitinga (**), Stam (**), Bouma (**), Van Bronckhorst (**); Davids (**), Cocu (**), Zenden (**); Van der Vaart (**), Van Nistelrooy (**)y Van der Meyde (**).
Cambios:Sneijder (*) por Davids, Overmars (*)por Zenden y Van Hooijdonk.

Àrbitro:Anders Frisk (Suecia). Amonestó a los alemanes Kuranyi (m.11) y Ballack (m.91), y a los holandeses Cocu (m.29), Stam (m.73).

Goles:
1-0, minuto 30, Frings.
1-1, minuto 81, Van Nistelrooy.

Efe|OPORTO

Un precioso gol de Ruud van Nistelrooy, en el minuto ochenta y uno, sacó del embrollo a Holanda, superada por una impetuosa selección alemana que se adelantó en el primer tiempo, pero que tuvo que conformarse con un empate ante el instinto goleador del delantero del Manchester United, que se sacó un remate imposible para equilibrar una contienda de alto riesgo y permitió a Holanda no descolgarse en el partido más importante de su tránsito por la primera fase de la Eurocopa.

Van Nistelrooy sabe que está ante su gran momento. A punto de cumplir veintisiete años, después de perderse la Eurocopa 2000 y el Mundial 2002, «Van the Man» necesita demostrar que es el atacante de gran nivel. En la noche de ayer, respaldado por la titularidad que le dio el seleccionador holandés, Dick Advocaat, en detrimento del barcelonista Patrick Kluivert, se puso en camino y salvó parte del futuro de un equipo que pareció inferior a su rival.

Alemania y Holanda no atraviesan por su mejor momento. El conjunto de Rudi Voeller, porque echa en falta jugadores de calidad, y el de Dick Advocaat, porque es incapaz de acudir a una gran cita limpio de polémicas y no cuenta con la regularidad y la fortuna que precisan los grandes en los momentos más trascendentales. Pero al subcampeón del mundo le sigue salvando su carácter competitivo. Cuando llega una fase final sabe cómo tiene que jugar y se aplica a ello, mientras que Holanda ha llegado a Portugal con el técnico más predispuesto a un sistema (4-4-2) que el que le han impuesto sus jugadores (4-3-3).

Por eso, a Alemania, que no alineó más que a un punta, el «brasileño» Kevin Kuranyi, le bastó con intimidar a su rival con una fuerte presión e imponer su superioridad en el centro del campo, para dominar con cierta comodidad durante el primer tiempo. Comenzó a bombear balones al área, a sembrar de dudas el centro de la defensa holandesa y, en una de esas, se puso en ventaja. Fue una falta lanzada desde la izquierda por Torsten Frings, que no encontró rematador, ni defensa que la despejase, y sorprendió a Edwin van der Sar (minuto 30), que no tuvo una acertada actuación y ofreció poca seguridad a su defensa.

Holanda ofreció su peor cara en desventaja, porque no encontró la forma de acabar con el dominio germano y no amenazó la meta de Oliver Kahn hasta el minuto 41, con un disparo de Rafael van der Vaart que salió ligeramente desviado. Entraron Marc Overmars y Wesley Sneijder tras el descanso, pero la selección holandesa no mejoró y tardó más de media hora en poner en apuros a Kahn, que sacó con una buena intervención un duro disparo desde fuera del área de Overmars.

A la desesperada, Advocaat sacó un nuevo atacante, pero no se acordó ni de Patrick Kluivert ni de Roy Makaay, sino de Van Hooijdonk, un jugador con fama de resolver cuando entra como suplente, pero fue Van Nistelrooy el que rescató a Holanda, con un acrobático remate tras un centro de Andy van der Meyde. El delirio estallaba en las gradas y Holanda se crecía ante el caos en el que se veía sumida la selección germana. Los arietes holandeses acosaban la meta de Kahn.

Con nueve minutos por delante y muchas opciones de que el encuentro cambiara de signo, a Alemania le entró el «síndrome inglés» y Holanda pudo, incluso, vencer ante una selección que tembló en exceso, pero que salvó un empate que deja a la República Checa como líder del grupo D. El partido más atractivo del grupo finalizó con un empate que deja las cosas equilibradas, aunque Alemania deberá mejorar y ratificar su nivel, mientras que Holanda certificó que posee un plantel cargado de talento, aunque dejó a buena parte de su arsenal en el banquillo, con lo que las dudas sobre si con otros jugadores sobre el campo hubiera sido distinto el marcador siguen presentes. Pese a todo, la naranja mecánica supo estar en los momentos más oportunos y dio buena cuenta por fases de una Alemania relativamente mediocre.

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