Efe|GUIMARAES
El canario Juan Carlos Valerón, autor del gol del triunfo de España
contra Rusia, demostró que se maneja de manera bastante digna en el
baloncesto, tanto que incluso hasta se permitió el lujo de marcarse
un alley-hoop durante un partido en el entrenamiento matinal en
Falperra, dentro de una sesión de trabajo en la que el buen
ambiente y el excelente feeling existente en el seno del equipo
nacional fueron dos de las notas que marcaron el devenir de las
horas previas al encuentro ante Grecia. El futbolista natural de
Arguineguín, de nuevo en el centro del debate sobre si debe ser
titular o no frente a Grecia, insistió como antes del choque ante
Rusia que acepta «el papel que conceda el entrenador», y lo hizo
después de mostrar sus cualidades ante la canasta en una sesión
distinta con el baloncesto como principal protagonista. «Aquí lo
importante somos todos, salga quien salga a jugar. Todos los que
estamos tratamos de ayudar al equipo en todo lo que se puede.
Estamos muy tranquilos, a gusto, y con ganas de hacerlo lo mejor
posible», dijo el enganche canario, quien marcó ante Rusia al
minuto de entrar al campo, algo que no recuerda haber hecho nunca y
que considera que fue suerte, aunque la frescura que aportó al
juego del equipo español es uno de los argumentos que juegan a su
favor. «¿Titular? Eso se lo tenéis que preguntar al seleccionador.
Como siempre yo lo que hago es prepararme como el resto de
compañeros e intento dar lo mejor», indicó el jugador del Deportivo
de A Coruña.
Valerón no piensa más allá que en el miércoles, porque «es un partido muy importante y difícil», en el que «será necesario que todos estén bien porque será bastante duro, Grecia es un equipo muy fuerte que se defiende muy bien». El jugador deportivista, quien deseó suerte a su compañero de filas, Jorge Andrade, defensa de la selección de Portugal, recordó que ya marcó un gol contra Grecia en Atenas, en el primer partido de la fase de clasificación. España y Grecia se enfrentarán mañana en Oporto bajo el recuerdo aún del partido que ambos dirimieron en junio del pasado año en La Romareda, donde el cuadro de Otto Rehhagel venció por 0-1 y le arrebató la primera plaza hasta el final de la fase previa. Aquel encuentro fue el punto de inflexión de un equipo heleno que llegaba con dudas, sin confianza en sus propias posibilidades, y que salió reforzado hasta extremos insospechados de Zaragoza.
Con una fornida defensa, una maraña de contención inabordable, los griegos sacaron el máximo partido a un solitario gol de Stylianos Giannakopoulos al borde del descanso, con un potente disparo fuera del área que entró por la izquierda de la portería de Iker Casillas. No sólo fue la primera derrota de Sáez, sino la primera encajada ante el cuadro griego, al que España había vencido en el estadio Apostolos Nikolaidis de Atenas por 0-2 en el encuentro inaugural de la fase previa que resolvió el dúo atacante Valerón-Raúl González. En la década de los setenta se produjeron cuatro de los siete antecedentes entre españoles y griegos. El primero de ellos fue el 28 de octubre de 1970, un amistoso en La Romareda, en el que Luis Aragonés y Quini arcaron en la victoria de España por 2-1.