Fernando Fernández / Efe
Lo que era un secreto a voces en Heliópolis se ha confirmado a
todas luces. Llorenç Serra Ferrer (sa Pobla, 1953) regresa al
banquillo del Real Betis en el que será su segundo periplo en la
entidad andaluza y toma el relevo de Víctor Fernández, que ayer se
despedía de la afición y de los profesionales tras un ciclo marcado
por el fracaso. El acuerdo entre el propietario del club, Manuel
Ruiz de Lopera, y el preparador balear era total desde hacía dos
semanas, con lo que sólo faltaba la concrección de la marcha de
Fernández para oficializar el relevo en el banquillo
verdiblanco.
Estas circunstancias se aceleraron en la tarde de ayer, cuando se preveía inminente el fichaje de Serra Ferrer, que a última hora se concretó en la web oficial del Real Betis, que de esta manera recupera a uno de sus iconos durante la última década. Cabe recordar que Llorenç Serra Ferrer ya ocupó el banquillo bético entre las temporadas 1993/94 y 1996/97, en las que logró el regreso del cuadro sevillano a la Primera División, además de su clasificación para la Copa de la UEFA merced a un brillante tercer puesto en la competición regular, y para la final de la Copa del Rey del año 1997, en la que el Barcelona, por esas cosas del destino su siguiente escala profesional, le arrebató el título por un ajustado tres a dos en la prórroga.
Su progresión y su buena amistad con Johan Cruyff le llevó a dar el salto a un grande. Lejos quedaban los inicios en el Poblense (80-83) y el paso por el Real Mallorca, con el que se dio a conocer a nivel nacional tras una diez temporadas de dedicación en las que logró dos ascensos a la máxima categoría y un subcampeonato de Copa, en el curso 90/91.