El Real Mallorca se marchará esta noche de vacaciones, pero lo hará con las ideas algo más claras con respecto a su futuro inmediato. El técnico mallorquinista, Luis Aragonés, expuso ayer las bases de lo que será el proyecto deportivo de la campaña 2004-05 y las líneas maestras del mismo empiezan a ser ya visibles. La última comparecencia del curso por parte del madrileño dejó al descubierto varios aspectos importantes. El primero de ellos es que la pretemporada se llevará finalmente a cabo en la Isla siguiendo los deseos del entrenador. El lugar escogido será el Castillo Hotel Son Vida de Palma, donde plantilla y cuerpo técnico tienen previsto concentrarse una vez superada la segunda quincena de julio.
En principio, los jugadores concluirán su período de asueto el jueves 15 de julio para realizar las pertinentes pruebas analíticas y comenzar a entrenar al día siguiente. En cualquier caso, todo está supeditado al sorteo de dos plazas para la Copa de la UEFA que se celebrará el día 8 de junio y al que el Mallorca ha accedido a través de la clasificación de Juego Limpio de la Liga española. Si el club resultase agraciado y entrase a jugar la competición continental, sus jugadores deberían incorporarse al trabajo antes de lo establecido ya que la primera ronda tendrá lugar los días 15 y 29 de julio.
El plantel balear se concentrará en dos fases en Son Vida. La primera de ellas entre los días 19 y 13 de julio y segunda entre el 26 y el 31 del mismo mes. Los últimos días de cada una de esas etapas servirán para la disputa de sendos partidos y la primera semana de agosto se programarán además otros amistosos que se jugarán en Inglaterra. Aragonés habló de sus preferencias acerca de la amplitud de la nueva plantilla y de la planificación de la misma. El de Hortaleza aseguró que «está enterado de todos los movimientos que hace el Mallorca» y que ha consensuado posturas con el secretario técnico, aunque advirtió que «el club tiene un poder adquisitivo determinado y a lo mejor no puede llegar a según que cosas».