La selección española de fútbol que disputará la Eurocopa de Portugal comenzó ayer su concentración en Madrid con la llegada a la Ciudad del Fútbol de los jugadores convocados por Iñaki Sáez, con la única excepción de Fernando Morientes. El delantero del Mónaco, que el miércoles pasado perdió la final de la Liga de Campeones contra el Oporto (3-0), se incorporará al trabajo el próximo día 31 para así tener los mismos días de descanso que han tenido sus compañeros. Los jugadores llegaron dispersos, solos o en pequeños grupos, a las instalaciones de Las Rozas, donde trabajarán hasta el próximo fin de semana y serán sometidos a un programa de recuperación física y anímica después de un largo campeonato de liga.
Antes de disputar la Eurocopa, del 12 de junio al 4 de julio, el equipo español jugará un último amistoso contra Andorra el 5 de junio en el Coliseo Alfonso Pérez de Getafe y la mañana del 6 abandonará Madrid por vía aérea con destino a Santiago de Compostela, donde asistirá a un acto con ocasión del Xacobeo.
Ese mismo día, a las 17.00, la expedición española tomará un nuevo vuelo con destino a la ciudad portuguesa de Oporto, desde donde continuará viaje por carretera hasta la concentración definitiva en Santa Cristina de Longos, cerca de Guimaraes. España se trasladará un día antes a las ciudades donde jugará el primer y el tercer partido. No lo hará para el choque frente a Grecia porque se disputa en la cercana Oporto, y regresará a su concentración en el norte.
La selección se ejercitó por la tarde durante 68 minutos en La Ciudad del Fútbol como primera toma de contacto para los internacionales con una suave sesión vespertina en el que el seleccionador Iñaki Sáez mezcló la preparación física con la familiarización con el balón de la Eurocopa. Los internacionales españoles saltaron antes de tiempo al terreno de juego principal de La Ciudad del Fútbol. Durante cinco minutos el seleccionador explicó a sus jugadores su objetivo en la primera toma de contacto. Tras ejercicios de estiramiento, los jugadores realizaron 20 minutos de carrera continua, dividida en dos sesiones de diez, la primera de un ritmo bajo y la segunda con cambios de velocidad. El contacto con el balón fue el principal protagonista de la primera sesión. Los jugadores comenzaron a familiarizarse con el «Roteiro», con el que se jugará la Eurocopa, con unos amenos rondos con los que los controles con ambas piernas y el toque de cabeza se sucedían entre los convocados.