El baloncesto mallorquín puede sentar un precedente en los Juegos Olímpicos de Atenas. Si los planes no cambian, Rudy y Marta Fernández se convertirán en los dos primeros hermanos que tomen parte en una cita de este calado, defendiendo unos mismos colores y con un deporte como nexo de unión. Los baloncestistas fueron protagonistas de la serie de audiencias que el president del Govern, Jaume Matas, mantiene con los futuros olímpicos. Ambos han cerrado un curso plagado de buenas noticias y la coincidencia en Atenas puede ser el mejor síntoma de que su progresión va por buen camino. La mayor de esta saga, Marta, ya tiene sellado su pasaporte a Atenas. Fija en los planes de Vicente Rodríguez, fue la gran artífice de la clasificación tras su excelente concurso en el encuentro por el bronce del pasado Campeonato de Europa. Ganadora de Liga y Copa, no ha tenido los minutos que hubiera deseado, pero sabe que está ante una oportunidad única. «Sé que no he jugado al nivel de otros años, pero ahora toca otro nuevo reto. Es un orgullo poder defender los colores de nuestro país en unos Juegos y, aunque no tendré muchas vacaciones, vale la pena el esfuerzo», señaló la escolta titular de la selección y el Ros Casares.
Las sensaciones previas a los Juegos no pueden ser mejores para una Marta Fernández que ha rechazado ofertas de la WNBA para poder estar en Atenas. «Siempre puse por delante al equipo nacional, más cuando sabemos que es la primera vez que nos clasificamos por méritos propios. Creo que podemos luchar por las medallas, aunque el hándicap será tener en nuestro grupo a Estados Unidos, a la que evitaremos en el cruce», añadió Marta, quien confirmó que en las próximas semanas visitarán con asiduidad la Isla para participar en diversas actividades, «y de paso descansar y ver a nuestros amigos. Mallorca es muy especial para nosotros».Por su parte, Rudy Fernández, la perla del DKV Joventut, al igual que su hermana agradeció el apoyo ofrecido por Jaume Matas, y volvió a dejar claro que «tanto si me toca ir al Europeo sub'20 como participar en los Juegos, voy a ir con toda la ilusión del mundo porque todo lo que pueda aprender repercutirá en mi crecimiento como persona y jugador. Sé que aún me queda mucho camino por delante y prefiero ir paso a paso». Cuestionado sobre la generación que encabeza -años 84 y 85- y que tiene al Sant Josep Obrer como referencia, Rudy se mostró sorprendido, pero deja claro que «es un síntoma claro de que se hacen bien las cosas. No es casualidad que cada vez haya más jugadores de nivel». Tanto Marta como Rudy tomarán parte hoy en Barcelona en una serie de encuentros de exhibición patrocinados por la ACB y sus firmas colaboradoras. Otra buena ocasión para reivindicar la clase de la que ambos pueden presumir.