Adrián R.Huber|ZURICH
Suráfrica albergará la fase final del Mundial 2010 de fútbol, el
primero que se disputará en Africa, para mayor gloria de su ex
Presidente y Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela, testigo directo
en la localidad suiza de Zúrich de la elección de su país, que
superó, por 14 votos a 10, a Marruecos. Sólo hizo falta una ronda
para que los 24 miembros del Comité Ejecutivo se decantaran a favor
de Suráfrica, que alcanzó la mayoría absoluta necesaria en la
primera votación, en la que se quedó sin votos Egipto. Libia, que
en la víspera de la elección todavía efectuó la presentación de su
candidatura ante el Comité Ejecutivo, acabó siendo rechazada por la
FIFA al considerar ésta que su proyecto no reunía el mínimo de
condiciones necesarias para organizar el mayor evento deportivo
internacional después de los Juegos Olímpicos.
Túnez, que lo había anunciado el pasado lunes, oficializó el viernes su retirada, en la rueda de presentaciones que tuvo lugar en Zúrich. Esta vez no hubo sorpresas de última hora y en Suráfrica se pudo redactar la crónica de una victoria anunciada. Con esta nominación, los miembros de su candidatura, y en especial su presidente, Danny Jordaan, respiraron tranquilos, después de la dura experiencia vivida hace cuatro años, cuando Alemania les ganó la nominación de 2006 por un sólo voto, en una elección que fue polémica. En aquella ocasión, la opción germana se impuso por doce votos a once, después de la «espantada» del neozelandés Charles Dempsey, el anciano representante de Oceanía, que llevaba el mandato de las federaciones de su área de votar a Suráfrica, algo que hubiese provocado un empate que debía haberse resuelto con el voto de calidad de Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
El escándalo fue sonado y poco después Blatter anunció un sistema de rotaciones de continentes que comenzaría a partir de 2010 en Africa. Marruecos se presentaba por cuarta vez -tras optar a los Mundiales de 1994 (la elegida fue Estados Unidos), 1998 (Francia) y 2006 (Alemania)- con la ilusión de convertirse en el primer país africano en albergar un Mundial, tras haber sido pionero en el continente en clasificarse para una fase final (1970) y en pasar a segunda ronda (1986), ambas en México. La opción marroquí, apoyada por España, era seria. Marruecos se presentaba como el puente entre el mundo islámico y el occidental y factor de paz; el clima y su proximidad a Europa hablaban a su favor. Pero el mayor desarrollo económico de Suráfrica, las infraestructuras ya existentes y su experiencia a la hora de albergar grandes eventos, entre ellos los Mundiales de rugby y críquet y la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible de hace dos años pudieron haber inclinado a su favor la balanza. Según pudo saber Efe, los cuatro votos africanos fueron para Marruecos, que recibió el apoyo de Angel María Villar, presidente de la Federación Española.