Intocable durante una porción notable del curso, Gonzalo Colsa presencia desde la barrera los últimos capítulos del torneo. Anclado en la frialdad de la grada desde que desapareció del equipo hace cinco jornadas, cuando era el futbolista que más partidos de Liga acumulaba en sus piernas, el centrocampista cántabro y Luis Aragonés escogieron el día de ayer para mirarse a los ojos en una charla que se prolongó durante una hora, prácticamente lo que duró la sesión preparatoria. Al término del entrenamiento, Luis Aragonés analizó el encuentro con el pivote cántabro, cedido por el Atlético de Madrid hasta el 30 de junio de 2005: «He tenido una hora de charla con Colsa, que quizás la debíamos de haber tenido antes, para explicarle que su salida del equipo ha sido por circunstancias y que no hay nada más, en absoluto».
El técnico madrileño considera lógico que un futbolista se enfade si no participa: «El jugador se debe cabrear, pero primero con él. Yo he sido jugador y a mí me ha pasado, que debía trabajar en los entrenamientos para volver a ganarme la confianza del entrenador. Estoy contento por el trabajo y la labor de Colsa, pero en un momento consideré que debía hacer otras cosas porque no iban y ya está». Para Luis Aragonés «un entrenador está por encima de todas esas cosas. Un entrenador lo que quiere es ganar y los jugadores, exactamente lo mismo. En un momento dado, Colsa no ha entrado en el equipo pero es uno de los futbolistas que más ha participado. Circunstancialmente, había otras combinaciones pero él sabe, ya se lo he explicado, que no hay nada contra él. En absoluto. Es una faceta en mi curriculum que casi todos los jugadores que he tenido a mis órdenes, hayan jugado o no, han estado contentos porque trato de ser lo más justo posible».
El técnico no avanzó si el nombre de Colsa figurará en la lista de convocados para el encuentro de mañana ante el Espanyol que facilitará al término del entrenamiento de esta mañana: «No sé si irá convocado o no. Posiblemente vaya, pero no lo sé. Si no está, tampoco pasará nada». Luis Aragonés dejó entrever sus intenciones de realizar la próxima pretemporada en Palma, siempre que renueve como máximo responsable técnico del Real Mallorca. «Por qué nos vamos al frío de Holanda si después tenemos que volver aquí, con más de 30 grados. Debemos cargar el granero en la parcela física durante quince días que podría hacerse aquí en la isla. Una vez cargado el granero, sí que podemos afrontar los partidos amistosos que haya cerrado la institución». Luis Aragonés calificó de «partido trampa» el partido de mañana ante el Espanyol, en directa alusión al punto que le falta a su equipo para eludir de forma aritmética el descenso. «Eso nos puede confundir, y hay que evitarlo», subrayó el entrenador madrileño, quien reiteró que el Mallorca debe salir a ganar al Espanyol y también al Celta en Vigo. «Nuestra obligación es sumar los seis puntos y quedar lo más arriba posible en la tabla de clasificaciones», señaló.