No hay mejor forma de sellar la permanencia en Primera que logrando otro triunfo insultante en el Bernabéu. Así es el Mallorca 03/04, un equipo imprevisible. Tan pronto se raja en Murcia como gana en Madrid. Ha logrado sobrevivir a una temporada nefasta gracias a la solvencia de Etoo y a la pizarra de Luis Aragonés, algo que le ha reportado tres triunfos consecutivos en un momento determinante del torneo. Los 45 puntos que amontona el Mallorca eran poco menos que una utopía después de perder ante el Villarreal en Son Moix, a mediados de abril. Ahora, con el zurrón lleno de puntos, todo tiene otro aspecto.
Más agradable, porque la continuidad en la categoría está asegurada y porque ya se empieza a trabajar en el diseño de la plantilla del próximo año. Por lo pronto, el primer objetivo es renovar a Luis Aragonés. Probablemente, esta misma semana. No ha sido una campaña sencilla. Para llegar a este punto el Mallorca ha vivido sobre el alambre durante gran parte del curso, desde que perdió en Albacete y Jaime Pacheco fue despedido. Nunca ha encontrado su sitio en el campeonato, apenas cuando rascó cinco triunfos consecutivos y allá por diciembre algunos soñaban con alcanzar Europa.
Todo fueron fuegos de artificio, porque la derrota en Málaga devolvió al equipo de Luis a su hábitat natural esta temporada: la zona baja de la clasificación. Pero ya es historia, porque así lo ha querido Etoo. «No se me pasa por la cabeza dejar esta Isla con un equipo en Segunda División», espetó el camerunés tras fallar un penalti en el último minuto ante el Villarreal. Se arremangó el camerunés y en dos partidos ha logrado cuatro goles, cifra que le acerca a los 19 que Magdaleno tiene como mejor registro de un jugador del Mallorca en Primera División.