C.M.O.
No es precisamente el Villarreal el visitante más cómodo para
extender la victoriosa racha del Real Mallorca. El conjunto
amarillo ha sido protagonista directo de algunas de las jornadas
más negras de la historia contemporánea del club isleño. La pasada
temporada, el Villarreal frenó la triunfal racha balear de siete
victorias consecutivas. Y hace poco más de una década, frustró nada
menos que un ascenso a Primera División.
La leyenda negra comenzó a escribirse en la temporada 1992-93. Después de una primera vuelta excepcional, en la que el Mallorca terminó segundo por detrás del Lleida de Mané, el Mallorca comenzó a flaquear en la recta final de campeonato. A falta de una jornada para el final, cuando los aficionados ya habían reservado su sitio en las peñas para celebrar el ascenso a Primera División, el Villarreal, entonces en zona de descenso a Segunda B, venció 0-1 en el Lluís Sitjar con gol de Reyes y alejó al grupo isleño de los puestos de descenso directo. La directiva presidida por Miquel Dalmau, en una decisión sin precedentes, cesó a Lorenzo Serra Ferrer a una jornada para el final. El Mallorca perdió en la promoción de ascenso ante el Albacete.
La pasada temporada, el Villarreal se entrometió en la carrera del Mallorca hacia el liderato. El grupo dirigido por Gregorio Manzano sumaba siete victorias consecutivas. Un tropiezo del entonces líder, Real Sociedad, le abría las puertas del ático de la Liga al Mallorca. Pero no pudo con el Villarreal. Palermo adelantó a su equipo en un gol de listo, al pedirle el balón a Marcos, y el Mallorca sólo fue capaz de empatar.