PALMA BÀSQUET | 91 |
SES SALINES | 81 |
PALMA BÀSQUET (24+18+25+14): Jaume Llobera (21), Lluís Mateu (4), Pep Bisquerra (14), Toni Sánchez (30) y Víctor Fernández (15) - cinco inicial -, Adolfo Seguí (0) y Juanjo Pizà (7).
16 de 20 en tiros libres, 7 de 15 en tiros de tres. 17 faltas personales.
SES SALINES (21+21+20+19): Jesús Rodríguez (10), Rafa Rodríguez (21), Raimon Domenec (11), Oliver Salas (20) y Antonio Viqueira (17) - cinco inicial -, Pepe Torres (2), Eusebio Jiménez (0), Juanjo Ramón (0) y Andrés Alejo (0).
14/15 en tiros libres, 3/18 en tiros de tres. 20 faltas personales.
Àrbitros: Casado y Cirer. Eliminado por cinco faltas personales el jugador del Ses Salines, Jesús Rodríguez (minuto 39).
Incidencias: En familia en el Palau d'Esports de Son Moix.
T.T.
El Palma sigue completando su expediente. Ayer despachó con más dificultades de las previstas a un Ses Salines notable en su quinteto inicial, pero que tuvo que hincar la rodilla ante la superioridad mostrada en el momento de la verdad por el equipo de Gastón Córdoba. Antes de llegar al desenlace final favorable al cinco palmesano, cabe destacar la sobresaliente actuación del ala-pívot Toni Sánchez, que mantuvo una bonita pugna con su homónimo, Oliver Salas. Los dos aportaron puntos decisivos en momentos claves, lo que permitía que el equilibrio se mantuviese en el marcador, aunque las distancias siempre eran favorables al cuadro local.
Con todo, en el partido de ayer hubo un jugador que destapó parte del tarro de sus esencias encestadoras. Jaume Llobera, que curiosamente ha ganado en protagonismo cuando el Palma ya lo tiene todo hecho en la liga, convirtió cuatro triples en momentos claves del partido que frenaron las reacciones que una y otra vez iban protagonizando el cinco de Félix de la Osa en el electrónico de Son Moix.
A pesar de los acercamientos pitiusos en el marcador (29-31, minuto 14), un parcial de 9-0 colocó un 38-31 que parecía romper el partido. Pero, ello fue puro espejismo, ya que la realidad fue bien distinta: igualada a 42 en el tiempo de descanso. En la segunda parte, tras un tercer cuarto marcado por el equilibrio (67-67, minuto 32), la realidad fue otra bien distinta al final.