Xisco Cruz / Albert Orfila
Que la situación del Mallorca es angustiosa lo delata el rostro de
Bartomeu Cursach, máximo accionista de la SAD balear. A pesar de
ser un gran encajador, la derrota en Murcia le ha costado
digerirla. Aparece muy serio, con la mirada perdida y con la salud
minada, herencia de una tarde ruinosa en La Condomina. No le pierde
la cara a ninguna cuestión, a pesar de que mastica las respuestas
más de lo habitual. No es fácil tragar un momento como éste, pero
Cursach no elude ninguna de las preguntas.
-¿Cómo se maneja el consejo de administración en una
situación tan delicada como la actual?
-Es lógico que estemos preocupados, porque no esperábamos estar
donde estamos. Cada vez quedan menos partidos, eso es una realidad,
pero no hay que pensar que nos encontramos en una situación
desesperada. Tenemos que quitarle presión al equipo y apoyar a esta
plantilla porque el partido del domingo es trascendental para
nosotros. Es como si jugáramos una promoción de ascenso a Primera
División a partido único y en Son Moix...
-¿Tan importante lo consideran en el
club?
-Sí. Creo que si ganamos a la Real habremos dado un paso muy
importante para conseguir la salvación. Por eso es necesario que
todos apoyemos al equipo y el estadio se llene, aunque uno no sea
mallorquinista. Hay que pensar, por ejemplo, que el nombre de
Mallorca aparece cada semana en resúmenes televisivos en todo el
mundo y que eso es una promoción turística impagable.
-¿Qué cuota de responsabilidad y de compromiso tiene la
plantilla del Mallorca?
-Es indiscutible, pero en este tipo de situaciones en las que hay
muchos nervios las piernas se bloquean. Hay multitud de casos de
plantillas importantes que se han ido a Segunda División; algo muy
parecido le está sucediendo al Celta. De todas formas, en el
vestuario del Mallorca nadie tiene en mente irse a Segunda. Aquí
nadie pasa de todo y el compromiso de los jugadores es evidente,
pero pasa que la presión a veces les supera; estoy seguro de que
los jugadores darían parte de su ficha por lograr la permanencia en
Primera División.
-A nivel personal, ¿en qué medida le afecta todo lo que
está sucediendo?
-Es normal que me afecte, porque son situaciones inesperadas y que
no son agradables para nadie. Además, yo también me siento
responsable de todo lo que está sucediendo.
-Parece que todo conduce a la cita ante la Real
Sociedad...
-Tenemos que llenar Son Moix porque el equipo lo necesita más que
nunca y porque toda España tiene que ver que la gente de Mallorca
está contra el terrorismo (la recaudación del partido irá a parar a
la Asociación Víctimas del Terrorismo).
-¿Los problemas se arreglarán ganando el
domingo?
-No, porque luego quedarán siete finales más hasta final de
temporada de las que debemos ganar cuatro, pero estoy convencido de
que ganándole a la Real nos acabaremos salvando.
-¿Por qué se encuentra el Mallorca actualmente a dos
puntos del descenso?
-Es difícil explicarlo, pero está claro que el club se ha visto
inmerso en un cambio de propiedad y sólo hubo nueve días para poder
diseñar la plantilla. Luego tuvimos que fichar a algunos jugadores
en diciembre y un equipo no sólo se construye con buenos
futbolistas. Se necesita tiempo para que se acoplen y ofrezcan un
buen rendimiento.
-A nivel directivo, ¿se ha hecho todo lo posible para
evitar que el Mallorca se encuentre en una situación tan
delicada?
-Nosotros hemos hecho todo lo que hemos creído oportuno para llevar
al Mallorca a una situación tranquila. Se ha hecho todo lo que se
debía hacer y más, y además con buena fe, de eso estoy bien seguro.
Es muy fácil juzgar a toro pasado, pero no creo que sea justo
porque el consejo de administración es el primero que se ha movido
para no encontrarse a estas alturas tan abajo en la
clasificación.