La dinámica de la competición ha llevado al Drac Inca a vivir una situación límite. Asfixiado por los rivales, la derrota ante Aracena (88-80) deja un panorama poco alentador. Para Alberto Alzamora no es una situación nueva. Con el Drac Inca ha vivido circunstancias de extrema dificultad en la categoría de plata, pero la cautela y experiencia que definen al capitán le llevan a centrar sus miras en la cita ante el Ciudad de Huelva (viernes, 21 horas) y no mirar más allá. El fantasma del descenso directo está presente, pero las series por la permanencia parecen el destino de los de es Raiguer, que a falta de cuatro jornadas para el cierre del curso regular, necesitan al menos dos triunfos para soñar con la salvación matemática, que sería automática con tres victorias. Alzamora hace un llamamiento a la afición y define con claridad el peso de un partido «en el que nos jugamos la vida y no podemos fallar. Debemos cambiar la dinámica cuanto antes y aprovechar que en casa tenemos dos partidos relativamente asequibles, ante Huelva y Los Barrios».
El Drac Inca sigue dependiendo de sí mismo, por lo que ni Alzamora ni sus compañeros de vestuario piensan «en la última posición. No es una situación agradable para nadie, pero por ello debemos estar más unidos que nunca, ser un equipo sin fisuras, concentrado durante los cuarenta minutos. Somos capaces de lo mejor y de lo peor y la regularidad es lo que nos ha faltado. Por ahí tenemos que incidir, estar al cien por cien y no encajar parciales como el 24-8 del domingo» apunta el ala-pívot mallorquín. La presión que azota al entorno es algo con lo que, según Alzamora, deben aprender a convivir. «En estos momentos es cuando se observa la capacidad para aguantar la presión, que es mayor cuanto más abajo estás. Pero, insisto, el Huelva es lo único que nos tiene que preocupar», añade uno de los jugadores más emblemáticos del plantel balear.
Por su parte, otro de los pesos pesados del equipo, Javier Bulfoni, también refirió serios problemas de concentración «especialmente en defensa. Hay que lograr una solidez que nos permita no vernos abajo de manera clara en el marcador. Aunque la situación es extremadamente delicada, sigo confiando plenamente en todo el equipo y sé que lo vamos a sacar adelante», afirmó el escolta italoargentino, que resalta la necesidad que tiene el equipo «de volver a ganar. Tres derrotas consecutivas a estas alturas hacen daño, pero en casa hemos demostrado que somos un equipo fuerte, y es ahora cuando debemos ratificarlo». Desde el club se es consciente de la dificultad clasificatoria que se atraviesa. Por ello, se invita a la hinchada a que responda con más fuerza que nunca al llamamiento que los jugadores y la entidad realizan. Joan Rubert sabe que «ganando al Huelva no nos complicaremos la vida, pero si perdemos y los resultados no acompañan, las cosas pueden torcerse demasiado. En el club existe un estado de preocupación importante, todos tenemos la culpa de esta situación, pero debemos asumirla con todas las consecuencias. Somos positivos y sabemos que con tres victorias nos salvamos sin necesidad de playoff».