Adriana Flores-Bórquez|ATENAS
El nuevo Gobierno conservador griego, el comité organizador para
los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Atenas 2004 y el COI
coinciden en la urgencia de acelerar los pasos para los
preparativos, pero manifiestan la confianza de que «todo estará a
tiempo». Así se concluyó tras una reunión celebrada ayer en el
Palacio de Gobierno, a 153 días del inicio de los Juegos en Atenas,
y bajo la sombra de los atentados terroristas perpetrados en Madrid
el pasado jueves.
La reunión estuvo presidida por el nuevo primer ministro griego, Costas Caramanlis, con la participación del presidente del COI, Jacques Rogge, la presidenta del comité organizador, Gianna Angelopoulos-Daskalaki, los ministros implicados y la alcaldesa de Atenas, Dora Bakoyani.
Rogge declaró que «todos los asuntos relacionados con la seguridad siempre se abordan y lo ocurrido en Madrid será estudiado por las personas indicadas para los Juegos Olímpicos». Angelopoulos-Daskalaki declaró: «nos encontramos en un periodo crucial y la situación internacional crea preocupación, y por ello nuestra prioridad de siempre ha sido la seguridad y creo que el país avanza hacia la dirección correcta y por eso, las alianzas internacionales tienen una gran importancia en este periodo». Rogge y Angelopoulos-Daskalaki coincidieron en que su «objetivo es la máxima seguridad de los Juegos», haciéndose eco de la decisión de ayer del gobierno griego de solicitar la cooperación de la OTAN para garantizarlo.
El gobierno socialista anterior había iniciado consultas con la Alianza para pedir asistencia y finalmente se concluyeron el viernes los detalles que serán aprobados en una reunión de la asamblea en Bruselas.
La ayuda consistirá en un «arco de protección aérea» con aviones radares AWACS con tripulación de diversos países miembros que patrullarán el espacio aéreo griego durante las 24 horas. Además, la presencia de barcos de guerra de la Alianza de Stanavformed, compuesta por Grecia, Turquía, Italia, Gran Bretaña, USA, Holanda y Alemania, en los mares griegos, una fuerza de barcos dragaminas, un portaaviones nuclear con misiles Tomahawk y otras embarcaciones que patrullarán los mares griegos. Se sumará también la experiencia de un equipo de expertos de la OTAN para hacer frente a atentados biológicos, radiológicos y químicos.
Este nuevo elemento se agregará al plan de seguridad elaborado por las fuerzas de griegas con el despliegue de 50.000 contingentes y un presupuesto de hasta ahora 700 millones de euros, que podría aumentar y que es tres veces mayor al gastado en los Juegos de Sydney 2000.
Además, el gobierno griego cuenta con el apoyo de un grupo de consultas sobre seguridad constituido por España, Australia, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Israel y EEUU, con Canadá y Rusia como observadores.
En relación a los preparativos, el presidente del COI declaró: «nuestros expertos han sido claros sobre el hecho de que hay tiempo suficiente para que todo esté listo a tiempo y que los Juegos tendrán un éxito especial». A tres días del juramento a sus cargos del nuevo gobierno conservador, Rogge se refirió a «una larga serie de puntos en donde habrá que asumir iniciativas, pero existe plena confianza en que el gobierno lo logrará».