PALMA BASKET | 84 |
ALCÚDIA | 85 |
PALMA BASKET (14+31+15+24):Pesic (7), Oliver (6), Pizá (2), Toni Sánchez (25), Alvarado (6), -cinco inicial- Llobera (7), Víctor Fernández (20), Bover (7) y Bisquerra (4)
12 de 20 en tiros libres y 31 faltas personales.
ALCÚDIA (24+20+22+19):Comas (15), López (13), González (6), Tripp (28), Esmorís (7), -cinco inicial- Paredes (0), Garrido (8) y Miquel Àngel Llompart (8).
25 de 36 en tiros libres y 24 faltas personales.
Àrbitros:Hermida y Laguna. Eliminaron por cinco faltas personales a Alvarado (Minuto 35).
S.Ripoll
La emoción fue la nota predominante en el encuentro que midió las fuerzas de dos de los mejores conjuntos de la Primera División Masculina. El Palma Basket cedió en el último suspiro (84-85) ante un Alcúdia que de esta manera da un paso firme hacia el título y la Liga EBA gracias a una providencial canasta de tres puntos de Comas, que a dos décimas para el bocinazo final dio la vuelta al marcador, que por entonces reflejaba un 84-82 a favor de los feudatarios de Son Moix. El Palma Basket, en el que debutó el balcánico con pasaporte irlandés Pesic, comenzó completamente perdido, encajando un parcial de 12-21 que servía al Alcúdia para adquirir una buena dosis de confianza.
La entrada de Jaume Llobera, además del concurso de Víctor Fernández y Ponç Bover, invirtió el sino de la contienda, con lo que al descanso se llegó con un 45-44 a favor de los de Ciutat, que se apoyaban también en Toni Sánchez para ponerse por delante en el electrónico. Tras el tiempo de descanso, el Alcúdia no supo aprovechar una ventaja de ocho puntos (60-68). Por entonces, Thomas Tripp era la referencia del Alcúdia. Sus veintiocho puntos resultaron elementales para que la victoria se fuera lejos de Son Moix.
Pesic se encargó de hacer daño al Alcúdia, que se veía contra las cuerdas. El encuentro daba un giro radical y el Palma tomaba la iniciativa (77-73). Con un 84-82 a favor de los locales, un triple de Comas sobre la bocina permitía al Alcúdia poner un pie en la Liga EBA y al mismo tiempo descartar a uno de sus rivales más peligrosos en vistas al ansiado título y el perseguido ascenso de categoría.