El Mallorca receló de la UEFA hasta que sufrió un encontronazo en la Copa. Desde ese momento, todo ha cambiado. Al margen de rotaciones, viajes al centro del frío o eliminatorias livianas, el equipo de Luis se ha encontrado de repente metido de lleno en el corazón del torneo. Ayer se sortearon los octavos de final, donde el Mallorca se encontrará con el Newcastle, pero también se enseñó el largo camino hacia Göteborg. Detrás de la eliminatoria ante los ingleses están Auxerre y PSV Eindhoven, y luego un elenco de clubes de primer orden: desde el Inter hasta el Liverpool.
La primera cita de los octavos de final se disputará el jueves día 11 en Saint James Park de Newcastle y la vuelta está prevista para el 25 de marzo en Son Moix. El Mallorca logró evitar el viaje a Turquía, pero el bombo le emparejó con el rival más duro. El equipo de Bobby Robson se maneja bien este año en la Premier League -es cuarto, justo por detrás del Manchester United- y su nómina de futbolistas internacionales es amplia. Alan Shearer es la referencia, pero jugadores como el francés Laurent Robert (ex del PSG) y el galés Bellamy tienen unas enormes condiciones.
El Mallorca se ha dado cuenta que la UEFA puede ser un buen regalo para la hinchada, irritada tras la última derrota ante el Spartak. Lo cierto es que los baleares andan bien en Europa y cada vez que se alejan de la Isla regresan con una sonrisa (han ganado en Nicosia, Copenhague y Moscú). Eso invita al optimismo, porque en esa competición el Mallorca ha encontrado petróleo. En parte porque los suplentes se han reivindicado, en parte porque los rivales han sido hasta ahora de perfil bajo.