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Baloncesto

El oficio del Tau tumba a Estudiantes

El conjunto vitoriano exhibe sus credenciales y barre a los madrileños

TAU VITORIA8 9
ADECCO ESTUDIANTES8 3

TAU VITORIA

(22+28+16+23):Calderón (1), Macijauskas (17), Nocioni (23), Scola (21), Betts (7) -cinco inicial-, Prigioni (12), David (8), Vidal (0) y Splitter (0).

ADECCO ESTUDIANTES (22+19+21+21):Brewer (10), Jasen (6), Jiménez (13), Reyes (25), Patterson (14) -cinco inicial-, Azofra (0), Loncar (8), Iturbe (2) y Vidaurreta (0).

Àrbitros:Mitjana, García Ortiz y Pérez Pizarro. Sin eliminados.

Jorge Muñoa|SEVILLA

El Tau pasó la correspondiente factura pendiente que tenía con el Estudiantes, por haberle roto su racha de victorias caseras en la Liga, cargada con el adiós a las semifinales y el billete de vuelta a casa sellado y firmado, igual que hace diez años, cuando ambos equipos se midieron en la anterior Copa sevillana.

El Estudiantes, con Felipe Reyes como principal referente atacante, repartió más los recursos atacantes, pero sin encontrar tanta continuidad y solidez como el Tau, al menos a partir del primer cuarto, que acabó con un elocuente 22-22, prueba inequívoca de la igualdad reinante sobre la pista. La escuadra vitoriana tardó bastante en hacer valer la eficacia de sus martillos percutores, pero cuando lo hizo, en medio de un choque de mucha velocidad, defensas de hierro y una tremenda lucha por los rebotes dentro de la pintura, abrió un cómodo hueco con casi diez puntos de diferencia al final del segundo tramo (50-41).

Emoción

Al cabo de treinta minutos, un triple de Carlos Jiménez prácticamente sobre la bocina ponía de nuevo la eliminatoria en el aire (66-62) con el último cuarto aún por delante para decidir el último semifinalista de la Copa 2004, al que aguardaba muy atento el Caja San Fernando.

El Tau dio un nuevo giro de tuerca nada más arrancar el cuarto final con muy mal aspecto para los intereses madrileños (74-65), aunque sin poder considerarlo todavía decisivo. Sin embargo, lo fue, y lo fue porque tuvo el efecto de sembrar de precipitación las acciones rivales.

El Estudiantes buscó movimientos para conseguir aclarados en favor de Carlos Jiménez y Nikola Loncar en el arco de triples al objeto de limar diferencias. Logró abrir los espacios, pero no acertar con los tiros. La falta de puntería y la inexorable cuenta atrás del reloj formaron un cóctel letal para los madrileños.

Con 79-67 a cuatro minutos de la bocina el Tau empezó a sentirse semifinalista y los colegiales a verse eliminados. El único recurso a su alcance ya no podía ser otro que ir a la desesperada, pero tampoco les valió. El Tau había jugado mejor, había sido superior y el marcador sólo reflejó la auténtica realidad. El líder de la ACB sigue en la brecha.

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