C.M.O.
Pocos estadios presentan unas estadísticas tan desfavorables para
el Real Mallorca como el de El Sadar. Los números firmados por el
grupo balear en Pamplona, en partidos de Primera División, son para
echarse a temblar. No sólo porque no haya ganado jamás aquí en la
máxima categoría, una condición que comparte con Balaídos y
Mestallas, sino porque no marcar un gol en El Sadar desde hace más
de 40 años, en concreto desde la temporada 1962-63, que además no
le sirvió para nada porque el conjunto isleño perdió 4-1.
El mejor resultado obtenido por el bloque bermellón en Pamplona han sido dos empates a cero que logró en las temporadas 1986-87, en el debut de Zaki Badou en la portería del Mallorca... y de Javier Aguirre, el hoy técnico de Osasuna, con el conjunto navarro, y el de la pasada temporada, con Gregorio Manzano en el banquillo, en un resultado que pudo variar el centrocampista Alfredo si no falla una ocasión a puerta vacía. En el resto de sus visitas a El Sadar, el Mallorca siempre ha regresado con derrota. La mayoría de ellos por goleada. Y es que Osasuna ganó 4-1 en las temporadas 1961-62 y 62-63, 4-0 en la 83-84 y en la 01-02, con Sergio Kresic en el banquillo. Sus otras cinco victorias han sido por el mismo marcador: 1-0.
En Segunda División, eso sí, el conjunto balear presenta unos números más favorables, con victorias en las campañas 73-74 (0-3) y 95-96 (0-2) en el primer encuentro de la "era Beltrán" en el que debutó oficialmente con la camisola bermellona Javier Olaizola, el único futbolista de aquel encuentro que integra la actual plantilla. Claro que, con Luis Aragonés en el banquillo isleño, las estadísticas se suelen romper. Y es que con el Sabio de Hortaleza, el Mallorca ganó por primera vez en el estadio Santiago Bernabéu y, esta temporada, lo ha conseguido en Riazor y El Madrigal. Así que cualquier cosa puede suceder cuando Luis está en un banquillo.