Es poco amante de los adjetivos, de ponerle etiquetas a los partidos. Luis Aragonés no suele definir la importancia de los encuentros, sobre todo en las horas previas. Sin embargo, la cita ante el Albacete la ha marcado en rojo porque sabe el técnico que es un choque de dos vías: si se gana el equipo se dispara, y si se pierde empezará a temblar. Por eso no tuvo reparos en definir el envite ante el conjunto manchego de «más que vital», además de subrayar que «hay que ganar como sea».
El Mallorca lleva disputando finales desde que cerró su ciclo de cinco triunfos consecutivos. Desde entonces, todo han sido puntos de una gran trascendencia para el entorno, pero no para Luis: «Si ganamos tendremos 30 puntos y el año pasado tenían 28, y por entonces no era vital casi nada. Y además se han ido cinco jugadores importantes», sentenció el técnico. Con todo, quiso dejar claro que es un partido muy importante: «A veces la palabra vital es muy exagerada, pero no en esta ocasión. Es más que vital el partido del domingo, diría yo».
Aragonés se justificó explicando que «un triunfo nos permitiría irnos a ocho puntos del descenso y entonces podríamos empezar a mirar hacia arriba. El Barça es ahora cuarto y sólo hay cinco o seis puntos entre el resto de equipos que le persiguen. Luego nosotros tenemos un mes en el que si conseguimos ganar un par de partidos iremos hacia arriba», dijo el entrenador. Después de asegurar que Delibasic está bien, le echó un cable a Ramis: «No hace falta que le diga que va a debutar, porque lo ha visto durante la semana. Ramis ya es un profesional y no creo que lo vayamos a quemar por hacerlo debutar. Además, la responsabilidad es mía porque considero que es el mejor en ese puesto y él sólo debe jugar como lo hace abajo (en el filial). Así que no va a tener ninguna responsabilidad», aclaró.