Tres partidos después, el Drac Inca tropezó de nuevo con la derrota y la mediocridad. Desaprovechó el cuadro balear una excelente oportunidad para apartar de su camino a un rival directo en la pugna por eludir las series de descenso y tomar impulso de forma definitiva. Tuvo Matías Ibarra el triunfo en sus manos, pero forzó demasiado en la última acción del partido y se estrelló contra los defensores del Ourense. El tapón que recibió el director de juego del Inca también obstaculizó cualquier opción al triunfo. Sonó la bocina y no hubo tiempo para más (74-73).
El partido se movió siempre bajo la más estricta igualdad. Con problemas en el perímetro, el Drac Inca aprovechó la fortaleza de su juego interior para mantenerse a flote en el partido. Ezugwu fue la gran referencia y su productividad ofensiva (23 puntos y 18 rebotes) un punto de apoyo fundamental. Ezugwu hizo lo que quiso dentro de la pintura, al igual que Young (13 puntos y 9 rebotes), y el Ourense nunca dispuso de los recursos suficientes para frentar a los interiores del Inca. De hecho, el cuadro mallorquín debía haber explotado mucho más esta faceta del juego. Cuando lo hizo se extrapoló con rapidez en el marcador.
El equipo mallorquín mandó en algunas fases (6 puntos fue su máxima renta), pero el Ourense nunca le dio la espalda al partido. Trabajó bien en defensa, especialmente sobre Javier Bulfoni y Alberto Alzamora, y apoyado en el triángulo ofensivo que formaron su pareja de extracomunitarios -Shoemaker y Wrght- y Sony Vázquez, pudo marcharse al descanso con una renta escasa (38-34) pero anímicamente importante. El guión no se vió alterado en un solo párrafo en la apertura del tercer cuarto. El Drac Inca tomó de nuevo la iniciativa y volteó el marcador, pero sin la contundencia necesaria para dañar a su adversario. El intercambio de canastas fue continuo, aunque el Ourense logró alcanzar el último cuarto administrando ventaja. Consciente de lo que había en juego, el Drac Inca apretó de nuevo los dientes y mantuvo sus opciones hasta el último suspiro. Con 74-73 en el luminoso y a falta de 10 segundo para el final, Ibarra malgastó la última bala.