Carlos Moyà y Rafael Nadal continúan situando al tenis balear en el máximo nivel internacional. Ayer volvieron a escribir una página brillante. El palmesano porque doblegó a Wayne Ferreira -ya encadena once victorias consecutivas en partidos oficiales- y se clasificó para la final en el torneo de Sidney, la segunda en dos semanas. El manacorí porque con 17 años va a disputar la final del torneo de Auckland tras doblegar ayer al número uno de la República Checa, lo que le acerca un poco más al equipo español de Copa Davis.
Carlos Moyà ya cerró el curso 2003 mostrando un excelente nivel, pero ha iniciado la temporada 2004 exhibiendo su mejor tenis. Ganó la pasada semana el Tata Open de Chennai (La India) y lleva camino de sumar su segundo título consecutivo en dos semanas. Ayer se impuso con una superioridad aplastante al surafricano Wayne Ferreira por 6-2 y 6-1 y se medirá en la final a Lleyton Hewitt, que doblegó a Martin Verkerk por 6-2 y abandono. Es una de las mejores rachas de la carrera deportiva de Carlos Moyà, sin duda la mejor en la temporada de pista rápida. Además amenaza con prolongar su dominio y situarse como número uno de la carrera de campeones.
Hewitt es un rival que históricamente se le da bien al mallorquín. El juego del australiano favorece el potencial de Moyà aunque a favor del aussie juega el hecho de jugar en casa y tener al público a favor. Sea cual sea el resultado, el mallorquín llegará al Open de Australia con la moral muy alta y el cuadro le favorece. Moyà debutará ante el estadounidense James Blake y por su parte del cuadro van jugadores como Lapentti, Clement, Fish o Massu, rivales asequibles teniendo en cuenta que es el primer Grand Slam de la temporada. Presumiblemente se medirá en cuartos de final ante Andy Roddick.
La trayectoria de Rafael Nadal también está siendo sobresaliente. Si la victoria en dobles (formando pareja con Tommy Robredo) en el torneo de Chennai ya le acercó al equipo español de Copa Davis que afrontará el primer fin de semana de febrero la primera ronda del Grupo Mundial de 2004, su triunfo ayer ante Jiri Novak le sitúa en el punto de mira.