El Mallorca llega al final de su semana más agitada. El «caso Etoo» ha monopolizado titulares y tertulias, enterrando al subsuelo el encuentro de esta tarde ante el Málaga, una cita que puede desembocar en la sexta victoria consecutiva e instalar al grupo de Luis en la azotea de la Liga. Superadas las miserias clasificatorias, llega la hora de los nuevos desafíos.
Las especulaciones sobre el futuro de Samuel Etoo han alterado el guión. Primero fueron los tímidos silbidos que el camerunés recibió el pasado domingo; después llegó la reunión a tres bandas con el presidente y el entrenador y más tarde las manifestaciones de Mateo Alemany confirmando la evidencia, que estamos asistiendo al final de la «era Etoo» en el equipo isleño.
Pero hasta que llegue ese epílogo, presumiblemente a finales de esta temporada, el Mallorca, Etoo y sobre todo Luis Aragonés quieren mantener esa inercia ganadora que ha empujado al grupo desde el descenso hasta la zona UEFA. El técnico madrileño ha tirado de manual con su receta de siempre: taponar el centro del campo rival, poner candados en torno a Leo Franco (el portero argentino suma dos partidos imbatido) y apostar por su pegada en ataque. Y es que su efectividad arriba es letal.
La cita es especial para Luis. El entrenador del Mallorca quiere batir la marca de cinco victorias consecutivas que estableció en las últimas jornadas de la temporada 00-01 y, de paso, apuntar al récord de siete de siete que firmó el equipo la pasada temporada con Gregorio Manzano. Si se cumple la primera premisa, su mejor serie ganadora estará en juego en el encuentro del próximo domingo ante el Real Madrid.
En el apartado estrictamente deportivo, Luis sólo mantiene la duda de Alejandro Campano o Raúl Martín en la derecha. El primero, que se lesionó en el calentamiento ante el Valladolid, está recuperado de sus molestias, aunque es duda hasta última hora. Por si acaso, está Raúl Martín, un futbolista que tiene toda la confianza de Luis y que en las últimas jornadas está gozando de un protagonismo inesperado.
Con Nagore y Colsa recuperados, Luis dibujará al doble pivote titular, mientras que arriba lucharán con la defensa malacitana Samuel Etoo y Fernando Correa.
Del rival, alabado por el entrenador del Mallorca durante la semana, sobresale el estado de gracia de Salva Ballesta, un futbolista que se mueve a impulso de rachas y que le marcó tres goles al Barça en La Rosaleda hace diez días. Salva encabeza la reacción de un equipo descuartizado en verano (Contreras, Dely Valdés, Darío Silva...) que navega en aguas tranquilas sin demasiado nerviosismo. La gripe ha azotado estos días el vestuario blanquiazul, aunque el técnico Juande Ramos tendrá listo a casi todos sus jugadores para frenar el ritmo mallorquín.