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Baloncesto LEB

Drac Inca esquiva el obstáculo más asequible

La potencia de Ezugwu y la eliminación de Blackshear permiten respirar a un equipo que sentenció con apuros

DRAC INCA 88
ARACENA 75

DRAC INCA (23+28+13+24):Javier Bulfoni (19), Stevie Johnson (8), Nkechi Ezugwu (24), Matías Ibarra (6), Jesse Young (19), -cinco inicial- Alberto Alzamora (0), Sergio Rodríguez (12), Antonio Bustamante (0) y Toni Carrasco (0).

25 de 46 en tiros de dos puntos, 6 de 16 en triples y 20 de 25 en tiros libres. 42 rebotes (33 defensivos y 9 ofensivos) y 20 faltas personales.

ARACENA (18+25+18+14):Jordi Vallmajó (4), Kerry Blackshear (20), Mark Sanford (9), Daniel Goethals (15), Joan Peñarroya (16), -cinco inicial- Mario Fernández (0), Llorenç Mons (7), Joaquín Arcega (4) y Andreu Matalí (0).

21 de 39 en tiros de dos puntos, 6 de 23 en triples y 15 de 19 en tiros libres. 24 rebotes (21 defensivos y 3 ofensivos) y 25 faltas personales.

Àrbitros:De Lucas (Castilla La Mancha) y Morales (Andalucia). Eliminaron por cinco faltas personales a Blackshear (Minuto 35) y señalaron falta antideportiva a Llorenç Mons.

Fernando Fernández

El Drac Inca hizo los deberes ante el colista, pese a que evidenció algunas lagunas que cualquier otro rival no hubiera perdonado. Los mallorquines, con Anthony Stacey como testigo desde la grada, cosecharon una balsámica quinta victoria (88-75), condenaron un poco más al Aracena y recuperan parte del terreno perdido en su centro de operaciones.

Los primeros diez minutos sacaron a la luz las diferencias entre ambos conjuntos, aunque Blackshear se resistió a permitir que el triunfo se quedara en Inca. Veinte puntos en sendos minutos fueron su carta de presentación, frenando cualquier tipo de intento de fuga del Drac Inca, que coincidiendo con el final de los primeros diez minutos dispuso de su mayor margen de confianza (23-18).

Con un rival mediatizado por su dramática situación en la tabla, el conjunto gualdinegro se creció. El fuerte ritmo imprimido por el cuadro de es Raiguer obligaba a Xavi Pascual a realizar constantes rotaciones que no beneficiaban en nada a su equipo, que fue perdiendo fuelle pese al empuje de Blackshear y las apariciones esporádicas de Joan Peñarroya.

Un triple de Sergio Rodríguez, unido a una falta de Matalí y a dos consiguientes tiros libres encestados por Jesse Young disparaban las expectativas baleares, que se vieron confirmadas con un nuevo acierto desde 6'25 de Rodríguez. Así las cosas, el partido se le ponía de cara al Drac Inca, que disponía de un amplio margen de maniobra (47-33) merced a un parcial de 10-3 que dinamitó la contienda. Entonces, volvió a escena Blackshear, que al tiempo de descanso redujo las distancias (51-43) y dio un poco más de interés a un cruce trascendental para la parte baja de la clasificación, además de para el futuro más inmediato de un Drac Inca que no podía permitirse un nuevo patinazo en el Palau, y mucho menos ante el conjunto que cierra la tabla, condición que ratificó pese a las ausencias por lesión de hombres fundamentales como Moraga.

La tercera falta de Blackshear era la primera gran noticia de un tercer cuarto en el que los planes sufrieron un giro radical. Con los catorce puntos de rigor (57-43) en el luminoso, empezó el descenso a tumba abierta y el Aracena creyó entonces que aún no había dicho su última palabra. Goethals empezó a hacer valer sus 206 centímetros, pero al Aracena se le rompió la estrategia con la cuarta falta de su gran valedor sobre el parqué. Con Blackshear en el banquillo, los catalanes no volvieron a ser los mismos. Además, una antideportiva señalada sobre Llorenç Mons permitió al Drac Inca enlazar una serie de canastas que abrieron brecha (68-61).

En los momentos críticos, Ibarra volvió a perder el norte, y con ello el equipo, pero para tapar ese hueco, Ezugwu impuso su fortaleza física. A base de empujones y potencia en el salto, el interior británico firmó un final de partido eléctrico y con un mate tras un robo de balón pareció sentenciar la contienda (83-73). A Peñarroya ya no le salían las cosas y eso era el síntoma más claro de que al Aracena se le había acabado la gasolina. Con el camino despejado y una grada recuperada del susto, Drac Inca se permitía recrearse y divertir a una afición que acudió en buen número y se llevó una victoria que pudo haber costado más, además de un buen marcador en vistas abasket average directo entre dos rivales que pueden estar peleando por las plazas que dan acceso a una fatídica serie por la permanencia, algo que no quiere repetir un Drac Inca que se reivindicó.

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