Miki Garro se ha convertido en un diamante metido en la caja fuerte. Habitual suplente, siempre a la sombra de grandes porteros, el cancerbero mallorquín se ha acostumbrado a ofrecer su mejor versión cada vez que aparece en el once. Ayer volvió a ser el mejor, porque pudo contener la hemorragia que el Mallorca tenía atrás. Tuvo que luchar con la movilidad de los delanteros daneses, pero también contra el viento: «Hemos sufrido mucho, sobre todo en el primer tiempo, porque para un portero y para una defensa lo peor que hay es el viento», dijo Miki tras el encuentro.
El portero bermellón significaba tras el empate, que valió el ingreso en la siguiente fase, que «ellos jugaron bien y nos crearon muchos problemas, pero pudimos aguantar. La primera parte fue insoportable por el viento, y tuvimos dificultades, pero al final todo ha salido bien. Estamos muy contentos de pasar y de hacerlo tras un partido muy complicado». Miki Garro agregó que «el equipo sabía que lo importante era seguir, y ahora espero que el próximo rival sea más atractivo. Y si no, pues habrá que volver a luchar». En cuanto a su actuación personal, e interrogado por una posible continuidad en el equipo, el cancerbero dijo que «si el míster está contento sabe que me puede poner cuando quiera. Pero yo estoy contento por la actuación de la defensa, en especial quiero hacer una mención a Vicente, que llevaba muchos meses sin jugar».
El resto de la plantilla mallorquinista se mostró feliz tras el acceso a la siguiente eliminatoria. Uno de los más satisfechos era Poli, que reaparecía tras dos meses de lesión y acabó disputando los noventa minutos. El lateral andaluz explicaba a la finalización del partido que «lo importante era pasar. Costó mucho trabajo, porque ellos presionaron bien y tienen dos delanteros que tienen buenos movimientos. No hay ningún equipo fácil». El futbolista comentaba a nivel personal que «me encontré bien. Tuve mucho trabajo pero no estaba cansado, y por eso pude jugar los noventa minutos. Después de dos meses pasándolo mal, tenía muchas ganas de volver».