Amador Pons|MELBOURNE
Jugar contra Australia y sobre hierba es una empresa difícil, pero
jugar un dobles frente a Todd Woodbridge y Wayne Arthurs es una
misión imposible. Mañana sábado a las 14 horas (las cuatro de la
madrugada del viernes al sábado en España), Feliciano López y Alex
Corretja buscan el milagro en la pista central del Rod Laver Arena.
La inclusión de Feliciano López en el equipo español para la final
de la Copa Davis fue una de las grandes sorpresas de la
eliminatoria. Sorpresa principalmente porque significaba dejar
fuera a Albert Costa, una de las grandes referencias del tenis
español en los últimos años y que además había disputado todas las
eliminatorias hasta la final.
Pero el G-3, el grupo de capitanes que conforman Jordi Arrese, Juan Avendaño y su propio entrenador Josep Perlas, decidió prescindir del catalán y apostar por la contundencia del servicio de Feliciano López. El toledano es el jugador español que mejores resultados ha cosechado sobre hierba en los últimos años. Es un auténtico especialista en el juego de saque y volea y a alguno le ha sorprendido que no fuera incluido en los individuales. Será además el encargado de decidir hacia qué lado se decanta la balanza.
En una superficie tan rápida como la hierba, y más en la modalidad de dobles, el servicio equilibra mucho la balanza. Sin duda es la mejor arma de Feliciano López, aunque el currículo de Woodbridge y Arthurs advierten que no sólo será necesario que el toledano esté acertado, además será preciso que los australianos les permitan tener alguna oportunidad. Probablemente la pareja Woodbridge-Arthurs sea una de las mejores que puede formarse en el tenis actual. Los dos son consumados especialistas en dobles, especialmente Todd, uno de los componentes de «los Woodys» que ha ganado 78 títulos durante su carrera y que este mismo año ha levantado el trofeo de ganador en Wimbledon y en el US Open.