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Baloncesto / LEB

Salgado y García desangran a un nervioso Drac Inca

El líder exhibe sus credenciales en el Palau y los de es Raiguer se vuelven a sumir en una crisis de juego/Un parcial de 4-21 en el tercer cuarto rompió el partido

DRAC INCA 73
BILBAO BASKET 83

DRAC INCA (27+16+18+12): Sergio Rodríguez (4), Javier Bulfoni (19), Nkechi Ezugwu (22), Matías Ibarra (7), Jesse Young (11), -cinco inicial- Alberto Alzamora (3), Stevie Johnson (3) y Antonio Bustamante (4).

24 de 44 en tiros de dos puntos, 4 de 15 en triples y 13 d 16 en tiros libres. 40 rebotes (25 defensivos y 15 ofensivos) y 16 faltas personales.

BILBAO (17+24+28+14): Venson Hamilton (11), Brian Howard (14), Jorge García (23), Javier Salgado (22), Juanma Rodríguez (0), -cinco inicial- Ricardo Uriz (10), Patrick Sáenz de Ugarte (0) y Lucho Fernández (3).

21 de 43 en tiros de dos puntos, 8 de 22 en triples y 17 de 17 en tiros libres. 22 rebotes (13 defensivos y 9 ofensivos) y 16 faltas personales.

Àrbitros: Cortés (Galicia) y Bardají (Cataluña). Sin eliminados, aunque señalaron falta técnica a Xavi Sastre.

Fernando Fernández

Drac Inca regresó a la cruda realidad en un escenario que cambió radicalmente su fisonomía tras el batacazo frente al Gijón. Los de es Raiguer sucumbieron (73-83) ante un líder que exhibió sus credenciales y pasó por encima de un conjunto que mostró sus carencias en los momentos más decisivos.

Pero el inicio del partido mostró un panorama muy diferente al del desenlace, con un Drac Inca poderoso en todas las facetas y con un Jesse Young potente bajo los tableros. De esa manera, los mallorquines gozaron de rentas ampulosas (25-13) frente a un Bilbao desarbolado y que no salía de su asombro. La tercera falta de Ibarra, señalada sobre la bocina, crispó los ánimos de una grada que presentó la mejor imagen de la temporada y en todo momento arropó a un Drac Inca que ofreció lo mejor -en algunas fases- y lo peor -durante los dos últimos cuartos- de su cada vez más limitado repertorio.

Las máximas diferencias subían al luminoso en los primeros compases del segundo cuarto (33-19), aunque el rebote defensivo seguía fallando con demasiada frecuencia, permitiendo a los de Txus Vidorreta segundas opciones que no quisieron desaprovechar.

En esas apareció Jorge García para encestar tres triples que, unidos a la aportación de Javier Salgado -que se reservaba para el final-, establecieron un parcial de 6-20 que reducía las diferencias a la mínima expresión al tiempo de descanso (43-41).Lo peor estaba por llegar, aunque Javier Bulfoni abrió el tercer cuarto con un triple ilusionante (46-41). Desde ese momento, los inquenses desaparecieron por completo y Jorge García asumió de nuevo el protagonismo del choque. Así llegó un parcial de 4-21 demoledor y que confirmaba el estado de coma en el que se hallaba sumido el grupo gualdinegro, horroroso en defensa -permitiendo a García lanzar a sus anchas- y precipitado en ataque.

Un cambio a zona hizo ver la luz en el Palau con un parcial de 7-0 y la utopía no lo era tanto (61-69). Los últimos diez minutos resultaron un paseo militar del Bilbao Basket. Txus Vidorreta supo que Javier Salgado era el hombre indicado para certificar un triunfo trascendental para los intereses vizcaínos y no cesó de darle indicaciones.

En el banquillo local, todo eran nervios y desesperación. Drac Inca no logró su primera canasta hasta transcurridos seis minutos y doce segundos del último acto y, mientras tanto, Bilbao se dedicó a hurgar en la herida balear.

Con el devenir de los minutos, Nkechi Ezugwu reivindicó su dosis de protagonismo y, además de mostrarse más acertado desde la línea de tiros libres, ganó peso bajo los tableros. Ni las cuartas faltas de Hamilton y García frenaron en seco al Bilbao Basket. Los árbitros también quisieron figurar en la historia del partido, señalando de forma consecutiva tres segundos a Young y una dudosa falta en ataque a Bulfoni. Todo ello crispó a Xavi Sastre, que recibió una falta técnica que reflejaba el estado de tensión en el que estaba sumido Drac Inca en la recta final del encuentro.

Los últimos minutos resultaron un puro trámite. Los inquenses buscaron por todas las vías evitar el naufragio, pero Salgado no aflojaba y aupaba un poco más al Bilbao hacia la cúspide.

Pese a algunas limitaciones, que sólo se observaron en el transcurso del primer cuarto, el Bilbao Basket demostró que es un claro candidato a lograr las más altas fitas en la LEB y acreditó su condición de aspirante al ascenso frente a un Drac Inca que vuelve a entrar en la zona delicada y afronta el siguiente tramo de competición precisando de una victoria que devuelva la tranquilidad a un equipo tenso.

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