En el tenis profesional el ránking no tiene un peso decisivo. Los jugadores viven de las sensaciones, de su espíritu, de la ambición. Ayer Carlos Moyà no tenía la misma relación con la pelota que cuando se midió en Málaga con Gaudio en el partido decisivo de las semifinales de Copa Davis. Pero el argentino ha tenido la mala fortuna de cruzarse en el camino del mallorquín cuando éste perseguía sus dos grandes objetivos de la temporada. En aquel partido se ganó el billete para Australia. En este, en el que tuvo que recurrir a la épica, prácticamente se ha sacado el pasaporte para el Másters de Houston. Tras levantar una pelota de partido, Moyà ganó 3-6, 7-5 y 6-3. Hoy (a partir de las 19.30 horas) le espera Feliciano López. El público del Rockódromo no tardó en comprender que el partido iba a ser muy diferente al de las semifinales de la Copa Davis en Málaga. Fue distinto porque Carlos Moyà comenzó a perder oportunidades muy pronto. En el cuarto juego el mallorquín servía para igualar a dos juegos. Ganaba 40-0, pero cometió dos dobles faltas y permitió que Gastón Gaudio le hiciera un break (1-3).
Moyà estaba en desventaja pero la distancia no era insalvable. Con 2-4 y 30-30 el mallorquín se muestra agresivo, trabaja bien el punto hasta que Gaudio le deja una bola blanda para que el balear termine el punto con una sencilla volea de derecha. La pelota se queda en la cinta y el argentino remata el juego (2-5). Carlos Moyà no bajó los brazos. Ganó su saque y tuvo nuevas oportunidades. Disfrutó de dos pelotas para romper el saque del sudamericano, pero no consiguió ganar ninguna, especialmente porque en la primera la red le jugó una mala pasada (3-6).
Moyà se metía en un túnel oscuro que muy pronto elevó su
pendiente. Gastón Gaudio asestaba un duro golpe en el juego inicial
del segundo set. Con 30-40, y después de que el juez de silla
cantara red cuando tras un punto ganador de saque el mallorquín ya
pensaba tener el iguales en el marcador, el argentino volvía a
cobrar una importante ventaja (0-1 y saque). Desde ese momento los
dos jugadores se mostraron seguros con su saque. No permitieron que
el adversario disfrutara de ninguna pelota de break, aunque se
percibía que cualquiera de los dos podría conseguir romper.
Con 4-5 en el marcador el público esperaba una reacción como la de
Ferrero en el partido anterior (levantó dos pelotas de partido para
terminar ganando). Los aficionados revivieron el ambiente de la
eliminatoria de Copa Davis de Málaga, aplaudiendo con la misma
intensidad los aciertos de Moyà y los errores de Gaudio. Gaudio se
colocó 40-30 (pelota de partido), pero el jugador balear logró
salvarla. Su machada tuvo continuidad ya que logró ponerse con
ventajas al resto y ganar el punto (5-5). Al juego siguiente Moyà
conectó los mejores servicios del encuentro (6-5) y se ponía por
primera vez por delante. Todavía había partido.
Antes de que Alex Corretja y Feliciano López comparecieran ante los
medios para explicar que la experiencia de este nuevo dobles de
cara a la Copa Davis había sido muy positiva (perdieron tras tener
una pelota de partido ante una de las mejores parejas de dobles:
Bhupathi y Mirnyi), Carlos Moyà había urgado en la herida de
Gaudio. Le volvió a romper el saque e igualó el marcador
(7-5).
Gastón Gaudio no se caracteriza por seguir luchando cuando el
partido se complica. El argentino bajaba los brazos y Moyà estaba
lanzado. Se colocó 3-0 y tuvo dos oportunidades para volver a
romper y sumar también el cuarto juego. Desde este momento el
encuentro discurrió por los cauces normales y Moyà se ganó una
plaza para octavos (6-3). Antes de la épica victoria de Moyà,
Ferrero había hecho lo mismo. Levantó dos pelotas de partido cuando
Wayne Ferreira dominaba 5-3 y 40-15 en el tercer set. El valenciano
terminó ganando en el tie break del tercero ante la atenta mirada
de los galácticos del Madrid. En la sesión matinal Andy Roddick
había sufrido para doblegar a Max Mirnyi (6-1, 6-7 y 7-5) y Roger
Federere había demostrado su calidad ante Corretja.