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Baloncesto/LEB

Drac Inca pasa la reválida en el Palau

Johnson y Bulfoni padecen sendas roturas fibrilares y su concurso está casi descartado para recibir al Cáceres

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El Drac Inca quiere inclinar la balanza a su favor con una segunda victoria consecutiva y ante un rival con caché dentro de la LEB. El Cáceres visita la capital de es Raiguer (21 horas) con la obligación de insertarse de forma definitiva entre los mejores. Igualados a casi todo, mallorquines y extremeños protagonizan un duelo que permite el regreso del último verdugo del Patronat a un escenario muy diferente al que se encontró hace once años en Ciutat y en unas circunstancias que han variado totalmente desde entonces. Después de dar un nuevo aviso al Tarragona (72-66), Cáceres se exige un nuevo golpe de moral, pero deberá hacer frente a un Palau d'Esports inexpugnable en la presente campaña y que durante los últimos meses ha permitido al Drac Inca respirar en la clasificación.

Xavi Sastre cuenta con la duda de Javier Bulfoni, que sufrió un fuerte encontronazo con Alberto Alzamora en la tarde del lunes y ayer por la mañana no se pudo ejercitar. Bulfoni padece una contusión y una rotura fibrilar en el cuádriceps de su pierna derecha y su concurso es más que dudoso. Por su parte, Stevie Johnson ha recaído y sufre una pequeña rotura fibrilar que obliga a guardar reposo, por lo que junto a Bulfoni se perderá con toda seguridad el choque, lo que supone un grave contratiempo. El resto de los jugadores se encuentra a disposición del técnico para disputar una contienda fundamental dentro del futuro más inmediato del Drac Inca, que el domingo cerrará una semana frenética ante el Alerta Cantabria.

En Cáceres, la recuperación de Washington es la buena noticia, mientras que se descarta buscar un sustituto a Sallier. Rivero, Pérez, Higgings y Damon Johnson son algunos de los principales argumentos extremeños en una cita clave para ambos rivales. Mientras, el Coinga Menorca buscará en Huelva una nueva victoria que otorgue a los de Segura la dosis necesaria de tranquilidad tras un inicio de competición marcado por la irregularidad de una plantilla que en Ourense estrenó su casillero de triunfos.

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