El calendario le concede una oportunidad al Drac Inca. El quinteto balear, que en las tres jornadas iniciales ha caído hasta el sótano de la Liga Española de Baloncesto (LEB), tiene una ocasión para reparar sus averías en los dos próximos encuentros que se avecinan, aunque la empresa no resultará precisamente sencilla. En menos de siete días, el equipo gualdinegro recibirá en su centro operativo a Ourense y Cáceres en una ocasión para salir a flote y el signo que deparen esos enfrentamientos puede significar un punto de inflexión en la travesía de los mallorquines por el campeonato.
Hasta la fecha, el conjunto de Es Raiguer se ha aferrado a su condición de local como el único argumento de la campaña. Sus dos salidas de la Isla -Melilla y Tarragona- le han supuesto sendos desencantos y sólo en la cita ante La Palma justificó sus argumentos aunque fuera de forma exigua y agónica. Actuando como anfitrión, Drac Inca podría aliviar su estado de salud y por eso el choque de colistas ante el Ourense -el próximo viernes- empieza a ganar en trascendencia.
Además de los problemas que se desprenden de cada adversario, el grupo isleño deberá hacer frente a los problemas físicos que empiezan a recaer sobre la plantilla. De hecho, Stevie Johnson arrastra molestias de consideración y podría causar baja ante los gallegos. Será un enfrentamiento plagado de matices en el que cualquier error podría derivar en la primera crisis seria de la campaña.