El vestuario del Real Mallorca sigue a la espera. Alejado de cualquier conjetura y centrado unicamente en su delicada situación en el campeonato, la caseta balear no ha detenido su trabajo para plantearse las posibilidades que se dibujan ahora mismo en el horizonte bermellón. La única misión es sacar adelante el partido ante Osasuna y empezar a recuperar de inmediato la confianza que se ha quedado en el camino. La plantilla, sin embargo, ya ha demostrado que tiene los brazos abiertos ante la posible llegada de Luis Aragonés, porque el trabajo que desempeñó el técnico madrileño sigue presente en la memoria de un plantel que no olvida su filosofía ni sus métodos para plasmarla. Una de las opiniones más firmes en ese sentido es la del vasco Javier Olaizola, que considera que «Luis es el número uno y que sería un orgullo que volviera al club para entrenarnos». El defensor vasco, afirma que entre el de Hortaleza y Mané, «cualquiera de los dos son de lo mejorcito que hay en el mercado español» ya que en el caso de ambos «existe el precedente de lo que han hecho aquí y los recuerdos tanto de uno como de otro son buenos».
El jugador donostiarra parece haber reencontrado su mejor momento de forma y a la espera de que éste se traduzca en minutos, considera «que en estas dos sesiones se ha trabajado muy bien y la gente está muy mentalizada. Nos estamos manteniendo al margen del tema del entrenador, ya que no queremos que este nos afecte», señala. «Me preocuparía que la gente en el vestuario estuviera pendiente de quien va a venir».
Olaizola quiso aprovechar su comparecencia ante los medios para subrayar la labor que están llevando a cabo tanto Damià Amer como el preparador físico Toni Servera y asegura que «en lo que llevamos de temporada esta ha sido la semana más completa de trabajo. Con Toni ya habíamos trabajado y sabemos que es exigente porque tenemos la experiencia de la temporada pasada y su labor es fundamental para nosotros». El guipuzcoano está encantado ante la posibilidad de regresar al once inicial y las lesiones de Poli y Lussenhoff van a acelerar su concurso. Recuperado ya de los problemas de rodilla que tanto le han atormentado hasta el momento, declara que «Ahora mismo me encuentro perfectamente y estoy muy bien para jugar y estaré disponible cuando el entrenador así lo precise». El zaguero dice haber subsanado los problemas que le impedían ejecutar acciones como entrar a la disputa del balón y aunque sabe que será el técnico quien finalmente decida su entrada en el equipo, confiesa que está «preparadísimo» para formar ante el Club Atlético Osasuna.