El capital del Sevilla también es mallorquín. David Castedo y Pep Lluís Martí se han convertido en dos de las piedras angulares del nuevo proyecto de Caparrós, técnico que también ha reclutado a Luis Gil y Carlos Domínguez para darle otra dimensión al equipo de Nervión. «Siempre es especial volver a casa», explicó ayer el lateral, que abandonó la Isla allá por 1998.
David Castedo Escudero (29-1-74, Palma) se cansó de esperar y emigró a Sevilla. Allí, en Segunda División, se afincó en el lateral izquierdo y desde entonces nadie le ha desplazado: ««Allí quedan pocos jugadores de mi etapa, ya que de mi estancia hace ya muchos años y ésta va a ser mi cuarta temporada en el Sevilla», manifestó el defensa. El sevillista declaró que no tiene que «demostrar nada a nadie» en Mallorca y que le ha «ido muy bien con el cambio», al argumentar que en la capital andaluza ha reflejado en el campo la confianza que han depositado en él y que en este club está «cómodo» y le dejan hacer su trabajo.
«Desde que el Mallorca ascendió a Primera División no tuve la confianza suficiente para demostrar mi valía», dijo David, quien añadió que el club balear «cada año tiene que desmantelar el equipo por la necesidad, pero al final siempre consigue buenos resultados. Le están saliendo las cosas bien». Pep Lluís Martí Soler (28-4-75, Palma) apenas tuvo tiempo para demostrar que su progresión era adecuada. Tuvo que largarse a Tenerife en busca de minutos.