El futuro más inmediato del Estadi Balear sigue en el aire pero afronta ya su fase decisiva. Ayer una comitiva municipal encabezada por la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, el regidor d'Esports Rafael Durán y el regidor de Urbanisme, Rodrigo de Santos acudió al estadio para comprobar el deficitario estado de las instalaciones y comenzar a sentar las bases de cara a una solución que será definitiva. Cirer afirmó que a partir de ahora comenzarán a estudiarse todas las posibilidades y que se tratará de solventar el problema desde un punto de vista equilibrado y sin caer en el agravio comparativo con otros clubes de Ciutat.
La intención del Atlètic Balears es obtener al menos la instalación del césped artificial para evitar que sus equipos tengan que acudir a otros campos cercanos, pero el hecho de que la propiedad del Estadi sea privada obliga a buscar alternativas. Junto a la alcaldesa y los regidores, acudieron también a visitar el campo el director del área de infraestructura de Cort, Jeroni Sáiz, el gerente de Urbanisme, Juanjo Ferrando y el gerente del Institut Municipal de l'Esport, Mauricio Rovira, además de una serie arquitectos y técnicos en la materia que vieron cuales eran los «puntos negros» de la instalación y aquellos sobre los que han de centrarse las mejoras.
Los miembros del Ajuntament pudieron comprobar las deficencias del Estadi junto al presidente de la Procampo, Jeroni Petro y algunos miembros de la junta directiva blanquiazul, quienes explicaron a los gerentes municipales cuales son sus deseos para incrementar las prestaciones el recinto atlético. Tras un breve paseo por el campo, se visitaron las zonas más conflictivas y se analizó el estado del césped, las gradas y la ubicación del campo ánexo, en el que juegan sus encuentros las categorías inferiores del club, que deben cruzar por una peligrosa carretera para acceder al campo de juego.