Los centrales se defienden. Fernando Niño y Miquel Angel Nadal no se consideran los únicos culpables del naufragio de San Mamés. Ayer, 48 horas después de la debacle, cogieron el toro crítico por los cuernos y dieron la cara, aunque con opiniones contradictorias. Así, mientras que el central gaditano reconoció sentirse «tan culpable como cualquiera», el manacorí apostó por la autocrítica porque «como profesionales debemos aceptar las críticas y asumir nuestros errores». Niño dio la cara al término del entrenamiento matinal realizado ayer por la plantilla tras la jornada de reflexión del lunes. El gaditano, por alusiones, opinó sobre las críticas que están lloviendo sobre él y Miquel Angel Nadal, su pareja en el centro de la defensa en este inicio de temporada: «Soy tan culpable como se puede sentir cualquiera del equipo» porque «defender es un trabajo de los once que estamos en el campo y no de cuatro, de tres o de dos futbolistas».
El 4-0 ha escocido en las entrañas del Real Mallorca. Incluso se da por hecho que uno de los dos centrales pagará sus errores de Bilbao con el banquillo. Al respecto de esa posibilidad, Niño fue claro: «Si cada vez que encajamos goles hay que cambiar de jugadores, el míster tendría que hacer una alineación distinta casi en cada partido». Nadal, por su parte, apostó por la autocrítica. El central mallorquín habló para este periódico al término del entrenamiento vespertino. Al respecto de las consecuencias del 4-0 dijo que «estamos un poco peor que si hubiésemos ganado, pero en una temporada hay momentos buenos y malos». Aseguró no tener «nada que decir» sobre el dardo crítico que apunta al centro de la zaga porque «nosotros tenemos que aceptar todas las críticas».
Los hipotéticos cambios ante el Sevilla le parecen «perfecto porque la decisión es del entrenador y nosotros, todos los profesionales, respetamos sus decisiones». Nadal, finalmente, apostó por esperar a final de temporada. «Las valoraciones es mejor hacerlas cuando finaliza la temporada. Naturalmente, al final de cada partido uno saca sus conclusiones y todo el mundo tiene que aceptar sus errores. Unas veces sale mejor y otras peor, pero hay que ser profesionales».